Jorge Mazariegos
Diario de Chiapas
Luego de los dos compromisos que ha sostenido la Selección Mexicana en la Copa Oro, a la afición y expertos en el tema del futbol, parece no convencerles la forma en la que el Vasco Aguirre está manejando al Tricolor, pero… si ya saben cómo es, ¿para qué lo invitan?
Tan sencillo es recordar cómo ha manejado este tema Javier Aguirre en sus pasadas intervenciones como técnico de la selección, pero hoy muchos sufren de olvido y de hipocresías para buscar que un equipo nacional pueda golear en cada partido.
Ojo, no confunda, no defiendo al Vasco y a la selección; únicamente hay que poner los puntos sobre la mesa y no hacernos tontos de que esta selección es la que promete ganar la próxima Copa del Mundo de la FIFA.
Un tema que hemos traído arrastrando desde hace muchos años y que, sin importar las rotaciones, elecciones, consentidos, imposiciones y compadrazgos en la Federación, el tema continuará pendiente por más años.
En estos años, deberíamos tener una camada de jugadores que puedan aportar algo diferente a la Selección Mexicana; sin embargo, no encontramos algo distinto que podamos presumir en el torneo, ni siquiera a un goleador sediento de romper una marca histórica en anotaciones con el Tri. Me lo enviaron a la banca a Raulito.
Dicen algunos, acercados a la Federación Mexicana de Futbol, que el respaldo para Javier Aguirre continúa y no pasará nada si el Vasco no llega a ganar la Copa Oro de este año; el objetivo firme es dar lo mejor en la Copa del Mundo, donde somos anfitriones junto a Canadá y Estados Unidos.
Pero tampoco debemos minimizar el tema de no sacar 10 en este torneo; es el deber de la selección cumplir en cualquier juego, sea Estados Unidos, Canadá, Costa Rica… o hasta los moleros como Turquía y Suiza.
Y pensar que, previo al Mundial, se busca enfrentar a Italia para levantar los ánimos de la afición antes de la gran fiesta futbolera del próximo año en el Estadio Azteca; sí, continúa llamándose Azteca.
Lo cierto es que, a pesar de tener un plan “Aguirre” para el próximo año, la selección sigue sin convencer con un buen futbol, de acoplar la identidad mexicana, de mover la pelota de manera única, de tener a jugadores que aporten dentro y fuera de la cancha.
Al contrario, encontramos un caso de poca intención de ayudar, de buscar tener a jugadores veteranos que quieren récords personales en selección, de tener a quienes están en Europa intentando ganarse minutos y que, en el Tricolor, tampoco pueden sumar tiempo para demostrar que son capaces de ocupar su puesto en este equipo.
Javier Aguirre dice: “Hay que estar preparado para las críticas de los medios de comunicación y la afición, pero no es momento para tener altos emocionales. Si no tenemos un buen futbol en el terreno de juego, creo que uno lleva al otro, pero el orden que le aplica el Vasco no es correcto”.
Más allá del partido del domingo, México necesita demostrar que es el Gigante de Concacaf, que cuenta con recursos humanos para cumplir con un buen partido, que quizá no siempre se goleará al rival, pero se defenderán los colores hasta la línea.
A esta selección le hace falta actitud, empatía y mucho fútbol que demostrar en el terreno de juego; sin ello, no podemos iniciar nada, no podemos pensar en avanzar a la siguiente ronda en un Mundial, menos en ganar una Moleoro, como han calificado a esta Copa de la Concacaf.
