Brito, engatusa con mentiras
Nadie en su sano juicio, daría un peso por Ismael Brito Mazariegos, el diputado federal que actúa como los políticos de antaño, es decir, promete y promete y nada. Al personaje que el mandatario estatal le ha dado toda su confianza para que dé el salto definitivo, no da una, va como los congresos, para atrás.
Nadie quiere aventurarse a caminar con él. Bueno, ni sus jefes y jefas de prensa le creen en lo que dice, y vaya que son varios los titulares de esta área que han transitado a su lado, y que han tratado de posesionarlo, pero nomás no se deja.
El legislador de dedo, pues si no hubiese sido favorecido por el efecto AMLO y Rutilio, en las elecciones de 2021, no estuviera placeándose como macetera decorativa, porque de resultados sólo resalta su verborrea gris. Su mal genio lo tiene irritado, no lo calienta ni el sol porque pese a que hace hasta lo imposible por darse a conocer, sólo lo pela el maestro de ceremonias que lee sus “cualidades” en los eventos intrascendentes.
Su misma gente confesó al grupo de reporteros que el fin de semana sostuvo una mini conferencia de prensa, que es puro rollo eso de que va a presentar un paquete de iniciativas ante las Cámara de Diputados para aterrizar beneficios a los chiapanecos.
Muy pomposo, Brito aseguró que presentará una iniciativa para crear una Subsecretaría de Educación Indígena. Si bien pudiera ser que haga falta, sabrá el mentecato que no es pedir por pedir. Hay que justificar con argumentos la verdadera función de la institución.
Sabrá el legislador que en Chiapas existe la dirección de Educación Indígena que dependen directamente de la Subsecretaría de Educación Federalizada, es decir, que tiene la conexión directa con la Secretaría de Educación Pública, y a nivel nacional opera la Subsecretaría de Formación para la Educación Comunitaria.
Esta última hace esta función. Ahora que, si esto no convence al legislador, pues sería excelente que su iniciativa contemple sólo el cambio de nombre y que les diga a los indígenas que para la próxima sesión estará resuelto el anuncio.
Que no se engañe ni engañe a este sector desprotegido. No hay que darle vuelta al asunto, primero que se informe con lo que cuenta el Estado en materia de servicios y no salga con el cuento virulento de que es un gran gestor.
Otro tema que no sabe ni con qué se come es que prometió abordar el tema del gasoducto. ¿a qué se refirió? ¿Cree que, con hablar con la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, se fortalecerá la economía de los chiapanecos?
El tema tiene años que los gobiernos conservadores y el de Andrés Manuel López Obrador lo han analizado, pero no se concreta. Estamos hablando de gestiones al más alto nivel. Por eso se insiste que el legislador de dedo no sabe ni en dónde está parado. Su ignorancia cree que echar andar el gasoducto es como hacer enchiladas.
Entre 2014, 2015, 2016 y esta administración se aseguró que la obra empezaría desde aquel tiempo, pero nada de nada.
El gasoducto entre Salina Cruz, Oaxaca hasta Tapachula, Chiapas, ha estado tan mencionado que ya nadie cree que se haga en el corto tiempo. Tanto ha sido el fervor que se ha dicho que el proyecto podría prolongarse con los países de la frontera sur.
Los chiapanecos tienen presente las promesas incumplidas de todo un régimen que al final, por sus propias mentiras, lo llevó a perder el poder. Del PRI fueron casi 8 décadas. Hoy llevamos una de Morena y tampoco se ve claro. Por eso tienen razón al hacer suya la frase que ubica muy bien a los políticos chiapanecos de a peso como Brito Mazariegos con sus sueños guajiros: «de lengua me como un taco». Qué engañe a quien se deje, pero Chiapas merece respeto.
La entidad no merece que haya mentirosos, sin escrúpulos. Gente que sólo piensa y vea por sus intereses. Así es que, si Brito intenta participar para las grandes ligas, mejor que le vaya pensando hacia dónde dirigir sus directrices. Por lo pronto, mientras pueda y lo dejen, que siga haciendo dupla con Uriel Estrada Martínez, el auditor estatal, quienes han formado una gran pareja para agandallarse los recursos de los ayuntamientos.
