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Editorial

Vicaria

Si Noé Castañón Ramírez, senador de la República por el partido Movimiento Ciudadano, instituto que hoy en día se vanagloria de ser el más ético y transparente de los que están en el círculo del sistema político mexicano, quiere blindarse de su pasado que lo tiene más presente que nunca, parece que lo tendrá que pensar mucho para postularse como candidato a gobernador por el estado de Chiapas.

En redes sociales se ha manejado la intención de que quiere postularse por el partido “naranja” para competir por la silla gubernamental que ostenta en este momento Rutilio Escandón Cadenas. Sin embargo, más tardó en regarse esta información que ser parte de una serie de cuestionamientos a su desempeño institucional en beneficio de la población chiapaneca, y, sobre todo, por su situación personal, donde se le acusa de violencia vicaria.

Esta última, como para ponerla en el contexto de los chiapanecos, es un litigio que mantiene con su ex esposa, a quien le quitó sus hijos y le negó la convivencia con la madre.

En la violencia vicaria, aprobada recientemente como una ley, tiene que ver con la separación de los cónyuges, y éstos ocupan a los menores como forma de manipulación o retención de ellas.

Mayte López, exesposa del senador, ha dicho en varias ocasiones, e incluso en una visita que hizo en el Senado el año pasado para presionar a la Cámara Alta a resolver su situación, que tenía seis años que el legislador chiapaneco no le ha permitido ver a sus hijos, y como colofón a esta historia, Castañón Ramírez la demandó por pensión alimenticia.

Con estas cartas de presentación el senador Castañón Ramírez quiere postularse para la grande. Sin duda, un mérito que a nadie se le niega, pero de ello a que se lo merezca, dista mucho. Tanto es así que ni en su trabajo cameral se note que haya un representante de los chiapanecos. Es más, hasta podría decirse que no lo conocen, pues su ascenso al Senado se debió a una decisión política impulsada por su señor padre, del mismo nombre, por la vía plurinominal.

Lo que en español quiere decir que no se ha molestado en mostrar el caite, es más, no conoce la geografía de Chiapas.

Lo peor del caso es que su propio jefe, el dirigente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, el expriista que hoy lidera a este partido, prácticamente le dijo que no se adelante a los tiempos electorales, pues aún MC no tiene definida su “corcholata” en Chiapas.

Y aún más, el dirigente o coordinador de MC, entrevistado en San Cristóbal de Las Casas, prácticamente le cerró las puertas a su legislador al precisar que en dicho partido se respetan los tiempos electorales, pues los tiempos del viejo PRI, del que proviene, por cierto, ya terminaron.

“En MC no trabajan o se dejan llevar por acciones de la vieja escuela priista, como la de exponer a sus perfiles, que en otras palabras quiere decir, que no destapan a sus corcholatas por no tenerlas.

Y en el caso explícito de Castañón, a pregunta expresa del Diario de Chiapas, dijo que en MC no se aceptarán perfiles que trasgredan los estatutos, es decir, de aquellos políticos y políticas que no sean un ejemplo para la sociedad.

“Con esos ejercicios va haber mujeres y hombres muy competentes para cumplir, que en sustantivo tenga cercanía con la sociedad, hay muchos. Nosotros no le hacemos cómo los otros, claro, queda prohibido (qué sean perfiles violentadores)”, argumentó.

Si lo dijo al tanteo, por desconocer la situación de su senador, a quien se le tacha de violentar las normas legales y treparse a lo más alto por el tráfico de influencias para acceder al poder, pues ahora ya lo sabe. El partido Movimiento Ciudadano no puede estar dando su “anuencia” para tener a su corcholata para Chiapas, ahora que, si quiere finiquitar su desaparición en la entidad, pues adelante, que lo respalde y postule: los votos en contra estarían garantizados.

Quien se jacta de ser un buen político, de ser un benefactor de las clases más populares de Chiapas, no puede aspirar a la gubernatura de Chiapas si exige pensión a su ex mujer para mantener a sus hijos que tiene en su poder, pues qué clase de ser humano nos representa, ¿o será que no le alcanza el sueldo que tiene en el Senado?

Por lo pronto, el tema dará mucho de qué hablar si el legislador se decide a buscar ser candidato pues no creemos que las partes ofendidas por su actitud vengativa y extremadamente poderosa, le dejen el camino libre.

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