Hartazgo social a falta de diálogo
A nivel nacional el magisterio ha sido uno de los sectores más importantes y con mayor número de adeptos que se mantiene en la actualidad, sin embargo, estados como Guerrero Oaxaca y Chiapas son los que destacan por la furia con la que se desempeñan en los diversos movimientos de este sector.
En Chiapas han sido varias ocasiones en las que el magisterio ha puesto a prueba al gobierno, tan es así que la historia demuestra que han estado apostados, en paro, en el centro de la capital para exigir sean atendidas diversas demandas del sector magisterial.
Lo rescatable de ello es que, en su momento, la sociedad apoyó las manifestaciones de los maestros chiapanecos, al considerar que sus derechos estaban siendo violentados ante la supuesta reforma educativa que buscaba implementar y aplicar el Gobierno Federal.
Sin embargo, diversas irregularidades y circunstancias han ocasionado que esa empatía que mantenía la sociedad chiapaneca para los maestros hoy se vea como algo negativo y que incluso se aborrece por parte del magisterio en la entidad.
Este panorama se deriva de las constantes movilizaciones que han afectado de forma considerable a diversos sectores de la sociedad principalmente cuando se realizan bloqueos carreteros o algunas otras intervenciones en las que se afecta la vida diaria y el tránsito de los ciudadanos en Chiapas.
El pasado 22 de marzo, trabajadores administrativos y docentes pertenecientes a la sección 7 del sindicato y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en Chiapas (CNTE), realizaron diversas movilizaciones entre ellos bloqueos carreteros que evitaron que muchos ciudadanos pudieran acudir a su centro de trabajo o transitar por diversas zonas de la entidad e ingeniárselas para poder trasladarse a sus actividades.
Para algunos ciudadanos esto ha sido un viacrucis por ser personas de la tercera edad incluso enfermos, quienes han tenido que lidiar con este posicionamiento del magisterio radical al importarle un bledo las afectaciones que se generan por la supuesta lucha en contra de las autoridades educativas.
Para esta movilización se bloquearon los tramos carreteros Tuxtla-Berriozábal, Tuxtla-La Angostura, Tuxtla-Villaflores y Tuxtla con San Fernando, aunado a esto también se bloquearon localidades en la región Altos, Frailesca y Costa, lo que propició el repudio de los ciudadanos a los movimientos magisteriales.
Y cómo no darse este tipo de circunstancias cuando en vez de tener una mejor educación y mayor compromiso de los docentes únicamente se ve la lucha para ganar diversos beneficios, pero poco se hace en cuanto al mejoramiento de su actitud y servicio a la comunidad estudiantil que tiene que carecer de maestros ante la ausencia que representan estas movilizaciones.
Tan solo hay que recordar que entidades como Guerrero Oaxaca y Chiapas se mantienen en los últimos lugares en cuanto aprovechamiento educativo que depende de varios factores, pero uno de ellos es la falta de atención y compromiso del sector docente para sus estudiantes, colocándose, así como entidades con un bajo porcentaje educativo.
En esta ocasión el magisterio chiapaneco señaló que sus demandas eran la abrogación de la ley laboral y la ley del ISSSTE, que les impide jubilarse a los 28 y 30 años de servicio, una lucha que es justificable ante los derechos que tienen los docentes, sin embargo, ese mismo derecho tiene los chiapanecos de transitar libremente por las vías de comunicación, por ejemplo, los cuales son suspendidas por estas movilizaciones de los maestros chiapanecos.
La inconformidad del gremio magisterial permanece, pero también la hay de parte de la ciudadanía. Reiteramos, lo que se tiene que hacer es abonar a un diálogo entre la autoridad y los maestros. No hay otra salida y así vengan más protestas, la situación no se resolverá a base de tamborazos ni con actos que trasgredan la seguridad y el derecho de los ciudadanos.
