Acompañar el duelo

Marco Alvarado/Diario de Chiapas
Aunque se la presenta como una festividad cultural para los mexicanos, la muerte es un tema tabú del que “no se habla en un nivel profundo pese a que es lo único seguro que nos sucederá”, asegura la acompañante en duelo, Olivia Pando.
La también integrante del Proyecto Faro, organización que coordinó la primera jornada tanatológica, que se desarrolla hoy y mañana en esta ciudad, opinó que, a diferencia de la algarabía en el Día de Muertos, a la mayoría de los mexicanos les resulta muy difícil procesar las pérdidas debido a que, en gran medida, construimos una sociedad que la silencia, y con ello limita también la posibilidad de estar preparados para su inevitable llegada.
Con la pandemia de COVID esto fue más evidente ante miles de muertes que ocurrieron día tras día en los peores momentos del año 2020 “porque veías a mucha gente con dolor por la pérdida de un ser querido, y sin saber cómo llorar lo que estaba pasando”.
Para Pando, el abordaje de las pérdidas debe comenzar a temprana edad, para saber tratar los duelos infantiles, que son más difíciles de sobrellevar, y también los más incomprendidos, porque los adultos “no sabemos hablar”.
“Hoy se habla más de tanatología y eso es bueno, pero también habemos acompañantes en el duelo, que es una experiencia distinta, multidisciplinaria, en la que estamos cercanos a los familiares ayudándolos a entender la experiencia por la que están pasando”.
A esto se suma una creciente búsqueda de espiritualidad en los momentos del duelo, como un intento para comprender y vivir el fenómeno, a diferencia de los sesgos religiosos que durante mucho tiempo han señalado la pauta en estos casos.
Y aunque cada vez hay más especialistas en la tanatología clínica, el acompañamiento en el duelo es una corriente que pocos conocen todavía, no obstante que esta profundiza en las emociones y procesos que viven los integrantes de la familia o la persona que está por trascender.