Al alza, tendencia del sobrepeso

Aumentó en niños de 5 a 11 años en un 36.5 por ciento; en adolescentes de 12 a 19 años, el 40.9%

M de R / Diario de Chiapas
En México, el sobrepeso y la obesidad en infantes y adolescentes en conjunto presentan una tendencia general al alza. Entre 2020 y 2023, la prevalencia de estos problemas en infantes de 5 a 11 años alcanzó el 36.5 %, mientras que en adolescentes de 12 a 19 años fue del 40.4 %, según los últimos datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2023, revelados por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Al considerar únicamente las cifras de sobrepeso, estas presentaron una disminución discreta en infantes, pues la prevalencia pasó del 20.2 % en 2006 a 19 % en 2023; la obesidad, tomando en cuenta los mismos años, tuvo un aumento de 14.6 % a 17.5 %. En adolescentes, la obesidad creció notablemente, al pasar de 11.9 % en 2006 a 17 % en 2023; y el sobrepeso de 21.3 % a 23.4 % en el mismo periodo.
Las cifras totales de 2023, que engloban tanto obesidad como sobrepeso en ambos grupos de edad, contrastan con las de 2018, cuando la prevalencia era de 35.4 % en infantes y 38.4 % en adolescentes; en 2012 era de 34.2 y 34.9, respectivamente; esto marca un incremento constante a lo largo de los años, de acuerdo con la última encuesta.
En tanto, Mariana Isabel Valdés Moreno, jefa de la carrera de Nutriología de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, recalca que el problema “es que la tendencia no se corrija y siga en aumento, esto indica que es mayor la probabilidad de que un niño o adolescente sea un adulto con sobrepeso u obesidad”.
Pese a que en 2023 hubo una disminución discreta en ambos grupos de edad, pues los datos obtenidos en 2022 indican que la prevalencia de obesidad y sobrepeso en infantes fue de 37.3 % y en los adolescentes de 41.1 %, la encuesta refiere que desde 1999 hay una tendencia general al alza.
Principales causas
Este tipo de problemas están asociados a la herencia social, ya que los niños y adolescentes comerán como les enseñaron en sus hogares.
“Es importante considerar que, en parte, la alimentación de los niños y adolescentes es un reflejo de los padres, madres o personas cuidadoras, por lo que si su entorno propicia hábitos saludables, se podría coadyuvar para que no tengan este tipo de problemáticas”, menciona Valdés Moreno.
A su vez, Pahua Díaz refiere que la predisposición genética influye de manera importante en el desarrollo de la obesidad y el sobrepeso, pero también la herencia social, es decir, “está ligado a la composición corporal de la familia, pues se ha observado que los niños y adolescentes que tienen estos problemas es porque su padre o madre también los padecen”.
La prevalencia de obesidad y sobrepeso en infantes y adolescentes con padre o madre con dichos problemas se duplicó en comparación de quienes no los tienen, pues en infancias se reportó un 40.7 % contra un 20 % y en adolescentes un 43.7 % contra 21.3 %.
Un aumento de los niveles de glucosa por encima de los parámetros normales (que en ayuno es de 70 a 110 mg/dl y después de comer hasta 140 mg/dl, en personas sin diabetes) genera estrés oxidativo que daña las células progresivamente y, esto en conjunto con el estado inflamatorio crónico que presentan los pacientes con sobrepeso y obesidad, causará un daño que se reflejará paulatinamente en diferentes órganos como el corazón, riñones, hígado, etcétera. Dicha afectación se ve favorecida por la falta de actividad física.
El sedentarismo es otro factor a tomar en cuenta, ya que la cultura de realizar ejercicio no está arraigada en la sociedad, esto se debe a la falta de espacios públicos y a la vida acelerada y las sobrecargas y demandas laborales que no facilita a los padres involucrar a sus hijos en actividades físicas.

¿Qué hacer?
Valdés Moreno recomienda retomar las guías alimentarias para México con el propósito de brindar una dieta adecuada a niñas, niños y adolescentes.
Otra sugerencia, afirma la experta, es evitar alimentos ultraprocesados y, en su caso, orientarse a través del etiquetado, cuantos menos sellos tengan es mejor.
El consumo adecuado de frutas y verduras puede ayudar a reducir la probabilidad de tener sobrepeso y obesidad. Según el estudio del INSP, estas problemáticas disminuyeron en aquellos niños y adolescentes que adoptan estos alimentos y que su padre o madre tiene un índice de masa corporal normal, las cifras indican que uno de cada cuatro niños cumple con el consumo de éstas.
Por último, aunque los padres y madres sean un factor primordial para la alimentación saludable, necesitan información y los recursos alimentarios suficientes. Además, es necesario que se aborde la problemática del sobrepeso y obesidad desde un enfoque más amplio, social, cultural, económico y psicológico.

Compartir:

Última hora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *