Francisco Mendoza / Diario de Chiapas
A pesar de que, en los últimos dos años, la enfermedad del COVID-19 ha movilizado a las personas y las ha preocupado para que se realicen chequeos contra esta enfermedad, aún el 20 por ciento de la población va a chequeos semestrales para saber cómo marcha su salud, señaló Edith Bermúdez Alonzo, coordinadora de Enfermería del IMSS.
Explicó que desafortunadamente las personas no tienen esa costumbre de visitar al médico, sino que lo hacen cuando realmente se sienten mal y en muchos casos esto es demasiado tarde.
“Desafortunadamente esto es educación, a pesar de que hemos visto la pandemia, la gente no se checa, aunque muchas veces nosotros les brindemos las acciones a seguir, los estilos de vida para que tengan una buena salud”.
Indicó que muchas veces los pacientes no se someten a los cuidados que son indicados; “el personal nos damos cuenta que el mismo derechohabiente no lleva a cabo lo que nosotros les indicamos”.
Por ejemplo, dijo, el paciente diabético (que es un número enorme de casos en el estado), es uno de los que más difícil se le hace el cuidado a su salud, ya que las dietas y el modo de vida debe cambiar completamente desde que se les detecta esta enfermedad.
“Estos pacientes por lo regular no siguen las indicaciones y comen de todo, poniendo en riesgo su vida, aunque parezca muy exagerado, el desgaste del cuerpo no es el mismo que el de una persona normal”.
Indicó que la situación económica es otro de los factores por lo cual las personas no pueden llevar un ritmo de vida saludable, ya que una dieta también cuesta.
“Es importante que todos los derechohabientes acudan a nuestro módulo de atención preventiva para saber si están propensos a una enfermedad o no, para que se le dé en forma personalizada una atención aplicable”.
