Estos hechos no deben limitarse a la separación de los elementos que participaron, sino a la participación activa del Estado mexicano.
Marco Alvarado / Diario de Chiapas
La militarización de la política migratoria está orillando al uso desproporcionado de la fuerza letal, advirtió la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en referencia a los hechos ocurridos en el tramo carretero Villa Comaltitlán-Huixtla, donde fueron asesinados seis migrantes y 10 más resultaron heridos.
Sobre lo ocurrido el pasado miércoles, la Secretaría de la Defensa Nacional de México (Sedena) informó que el asesinato de los migrantes ocurrió mientras el Ejército Mexicano efectuaba reconocimientos terrestres en el citado tramo “durante los cuales detectaron una camioneta que viajaba rápidamente y trató de evadir a los efectivos militares; detrás del vehículo se desplazaban dos camionetas más, las cuales, de acuerdo a los soldados, eran similares a “las que usan grupos delincuenciales”.
No obstante, para los obispos católicos mexicanos, lo que ocurrió en Chiapas muestra que debe haber un cambio en la política migratoria y, a través de la Dimensión Episcopal de la Pastoral Social de Movilidad Humana, la CEM rechazó “de manera enfática el uso desproporcionado de la fuerza letal por parte de agentes del Estado”.
“No se trata de un hecho aislado, sino de la consecuencia de la militarización de la política migratoria, y una mayor presencia de fuerzas armadas en la frontera sur del país”, señalaron.
Además, que estos hechos no deben limitarse a la separación de los elementos que participaron, sino a la participación activa del Estado mexicano ya que existe un contexto “de violación sistemática de derechos humanos”, por lo cual, “el Estado mexicano está obligado a realizar una investigación seria, imparcial y efectiva”.