Ainer González / Diario de Chiapas
Este jueves 21 de abril una mujer de entre 25 a 30 años fue hallada sin vida dentro en la colonia Jerusalén a la altura del Río Coatán, en el municipio de Tapachula.
Fue reportada completamente desnuda y abandonada en un terreno baldío.
En Chiapas, del 2016 al 2021 se registran mil 021 muertes violentas de mujeres. Y de acuerdo al Observatorio Ciudadano Chiapas (OCCh), en 2022 los feminicidios han incrementado en la entidad en un 62 por ciento, esto en comparación con lo reportado el año pasado.
A esto, Chiapas ocupa el noveno lugar a nivel nacional en este delito que afecta a las mujeres chiapanecas, mismos que podrían reducirse —de acuerdo a familiares de mujeres víctimas de feminicidio—, si desde que se emiten las denuncias correspondientes, las autoridades actuaran al respecto.
“La seguridad que necesitamos las mujeres para poder tener seguridad y en el primer momento en que la mujer ponga una denuncia que fuéramos escuchadas, que no fuéramos un número más para las carpetas de investigación”, comentó Yamili Trejo, madre de la joven Yuri Lisset, asesinada por sus compañeros.
En muchos casos, son las mismas familias quienes realizan las investigaciones, ayudan a difundir la información y gracias a su lucha logran sentencias para los feminicidas, como el caso de Yuri Lisset.
“El feminicida no es alguien desconocido, es el esposo, hermano, papá, tío, el compañero de trabajo, no es un asesino en serie”, dijo Trejo.
Pero otros casos más, no logran esclarecerse, como el de la joven Jade Guadalupe, quien presuntamente se había ahorcado dentro de las instalaciones de Indeporte, pero su familia niega dicha versión.
O bien, el caso de la joven Karla Gómez, quien trabajaba en la campaña de Carlos Penagos y quien presuntamente habría sido asesinada por el chofer de éste; Marvin “N”, quien se encuentra recluido en El Amate, pero con una sentencia mínima de ocho años, de los cuales, ha cumplido cuatro.
