El Nuevo Éxodo llega al Desemboque de los Seris, en Sonora, dijo el candidato chiapaneco Gilberto Bátiz, al ser recibido con un ritual de armonía y esperanza al pueblo ancestral.
Ainer González / Diario de Chiapas
“El Nuevo Éxodo por la Democracia llegó hasta el corazón del desierto sonorense. Esta vez no fue una plaza pública ni un auditorio lo que marcó el paso de la campaña judicial. Fue la comunidad del Desemboque de los Seris —la Nación Comca’ac— la que abrió su territorio, su historia y su espíritu”, informó el candidato a magistrado electoral del PJF, Gilberto Bátiz García.
Bátiz dio a conocer que se dirigió al territorio sagrado, siguiendo una ruta que cruza el desierto hasta encontrarse con el Mar de Cortés. Como dicta el respeto a las costumbres ancestrales, antes de avanzar, dijo que pidió permiso a las autoridades tradicionales del pueblo. “Y la respuesta fue tan generosa como poderosa”.
Los ancianos del pueblo Seri, mencionó que son guardianes de una cultura milenaria, que decidieron honrar la visita con un ritual de buena fortuna.
En un círculo de armonía, bajo la brisa del mar y la firmeza del sol, Gilberto Bátiz destacó que fue recibido con cantos, danzas, fuego ceremonial y un acto espiritual para equilibrar su energía y desearle éxito en su causa.
Dentro de esta ceremonia, indicó que le pintaron el rostro con simbolismo, le hablaron de su lucha por la autodeterminación y la representación, lo bendijeron como a un caminante que honra el territorio. Si bien, resaltó que no hubo discursos políticos, si existió la conexión humana, en donde no hubo promesas, solo respeto y fe.
“El espíritu soberano de esta elección judicial también se nutre de estos encuentros. La justicia debe parecerse a esto: al respeto mutuo, al equilibrio con la tierra, a la dignidad que se construye en comunidad”, expresó Bátiz conmovido.
El candidato recordó que esta elección inédita no es sólo para elegir cargos, sino para redefinir el rostro del Poder Judicial. “Necesitamos un federalismo que represente a todos los territorios. Que entienda la historia y las luchas de cada comunidad. Que escuche a pueblos como los Seri, cuya dignidad se defiende con raíces y con voz”.
Tras 40 días de recorrido, Bátiz ha visitado ya 25 estados del país. Pero esta jornada, reflexionó que le quedará grabada no sólo por su fuerza simbólica, sino por su valor espiritual.