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La pesadilla de la violencia obstétrica

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A Gabina le dejaron una compresa en el mismo IMSS-Bienestar de Benemérito de las Américas, donde los médicos cobran por servicios ‘extras’ y la violencia obstétrica va incluida en el paquete.

Jeny Pascacio / Diario de Chiapas
‘Así son las mujeres’, ‘de todo se quejan’, ‘cuando nazca su hijo póngase a dieta para que no la deje el marido’, ‘así gritabas cuando te lo hicieron’, son frases recurrentes en la violencia obstétrica, oculta y silenciada, que enfrentan miles de mujeres embarazadas, en parto o puerperio.
A 432 kilómetros de la capital de Chiapas se encuentra Benemérito de las Américas, un territorio fronterizo avasallado por los megaproyectos, el crimen organizado, los feminicidios y el olvido institucional que afecta la vida de la mitad de la población: las mujeres.
El 49.9 por ciento de los 23 mil 603 habitantes son mujeres que enfrentan diferentes violencias, una de las más graves viene del personal del Hospital Rural del Instituto Mexicano del Seguro Social-Bienestar.
Después de un embarazo mal atendido y una cesárea llena de negligencias, Gabina Mar Pérez, de 37 años, dedicó un año a buscar las causas de constantes y fuertes dolencias —también— mal diagnosticadas por el médico Marco Muñoz Chávez.
En agosto de 2020, Gabina acudió al servicio médico del IMSS-Bienestar con síntomas de parto. Primero le dijeron que su hija nacería en parto normal y después que sería cesárea. “Me pusieron anestesia general, cuando desperté me sentía débil y miraba manchas de colores”.
Desde el primer momento Gabina sintió una anormalidad en su cuerpo. “Le dije a las enfermeras”, y cuenta que el médico le puso una inyección, “nadie se quería hacer cargo de mí”, a pesar del cambio de turno del personal médico.
Los malestares incrementaban tras el efecto de los medicamentos. Los médicos de guardia la obligaron a soportarlos y a caminar, aun cuando no tenía fuerza en las piernas.
“El doctor necio, ‘es que tienes que caminar, eso es normal, es la anestesia que está trabajando; apenas se está quitando’. Le dije, no doctor, lo que yo siento no es normal. Sí, me dice él, ‘así son todas las mujeres’”.
Gabina fue dada de alta tres días después de la cesárea. Aunque estaba en casa, no tenía fuerzas ni para cargar a su bebé, a quien tampoco pudo amamantar, “mi esposo se hizo cargo porque me sentía muy mal”. Para entonces la tuvieron que regresar al hospital donde el mismo doctor Muñoz la recibió. “‘¿Y ahora qué le pasó?’, me preguntó”, y al escuchar los reclamos del esposo de Gabina agregó, “no les puse una pistola para que aceptaran la cesárea”.
Estuvo internada por varios días sin un diagnóstico certero. Le dijeron que tenía una infección en el estómago, retención de líquidos, perforación de intestinos y luego la programaron para otra operación que no aceptaron por falta de argumentos médicos.
Gabina entró y salió varias veces del mismo hospital, le sacaron innumerables estudios, incluso fue atendida en Palenque y Villahermosa, Tabasco. Tras un año de calvario para la familia, en agosto de 2021 descubrieron que en la cesárea olvidaron sacar una compresa del cuerpo de Gabina.
“Es una compresa. ¡Cómo que una compresa! La bola estaba así, me dijo una enfermera. Estaba enorme, dice. Por eso en una operación chiquita no pudo salir”, pero el objeto que sacaron del cuerpo de Gabina no fue entregado.
Acudió a Derechos Humanos municipal para ser atendida a cabalidad en la institución de salud pública responsable de su condición médica. Ahora el caso lo siguen a través del expediente 0042/2021, pero hasta ahora no hay respuesta.

SILENCIADA/OCULTA
El caso de Gabina se suma a un parto en jardinera del mismo IMSS y cobros por servicios que los médicos dicen no tener al público. Las autoridades ejidales han hecho cartas incluso al presidente Andrés Manuel López Obrador para denunciar la situación, pero hasta hoy no tienen respuestas diferentes al discurso de ‘no pasa nada’.
La violencia obstétrica puede darse de manera psicológica por medio de burlas, humillaciones, discriminación, mal información o comentarios alusivos a la sexualidad de las mujeres; y de igual forma, se puede dar de manera física cuando se realizan prácticas invasivas, se suministran medicamentos injustificadamente, se niega la atención, se maltrata físicamente o se realizan esterilizaciones forzadas.
En el caso de Benemérito de las Américas, las habitantes alegan falta de interés de la autoridad en temas relacionados a las violencias contra las mujeres. La Fiscalía General de Chiapas sólo tiene registro de tres casos de violencia obstétrica denunciados desde el 2019, a pesar de ser una violencia recurrente que no solo deja secuelas físicas, también emocionales.
En el 2012, en el Hospital Zona 2 del IMSS, ubicado en la capital de Chiapas, Diana acudió el jueves 6 de diciembre con dolores de parto. El médico de la guardia nocturna la mandó a caminar y a que regresara al siguiente día.
Diana regresó el viernes y tampoco la ingresaron hasta las 23:00 horas con dolores insoportables que se prolongaron hasta el amanecer del sábado 8 de diciembre. Antes del cambio de guardia llegó el médico a inducir la salida del líquido amniótico y se fue.
La enfermera del siguiente turno le preguntó si el médico avisó el contenido del líquido, “respondí que no”. Había meconio y nadie se hizo responsable, “el médico de guardia se fue sin decirme nada aun cuando sabe lo que podía pasarle a mi hijo”.
Ese mismo día, Diana recuerda que los médicos internos se quedaron a cargo de las mujeres en labor de parto, “a una señora que tenía 8 centímetros de dilatación, de tanto que un joven le hizo el tacto, sacó el cordón umbilical de su bebé, a ella también la tuvieron que operar”.
En el informe de actividades de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, 44 recomendaciones fueron dirigidas al IMSS en 2021 y también encabeza la lista de 132 recomendaciones en trámite.
En las 217 quejas en expedientes relacionados con violencia de género, la CNDH solo tiene el registro de seis que corresponden a violencia obstétrica a nivel nacional.
El pasado 17 de marzo, la Cámara de Diputados aprobó reformas a las leyes generales de Salud y de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, con el objeto de reconocer a la violencia obstétrica como un tipo de violencia contra las mujeres. Ahora se esperan sus efectos constitucionales.

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1 Comentario

  • Mateo 25 de abril de 2022

    Es tremendo !
    Es injusto !
    Es delito !
    Está impune !
    ¿4T?
    Esto se parece a «lo de siempre».
    Lo que no queremos.
    Lo que hay que erradicar…de raíz.
    Por favor Obrador, con todo mi respeto:
    Meta mano en estos asuntos usted directamente, dedíquese una mañana sin mañanera y cuéntenos el resultado al día siguiente.
    No permita que se burlen así de las mujeres más humildes.
    Demuestre con hechos que no somos más de lo mismo.
    Se lo agradeceríamos eternamente.

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