Más de 313 mil niñas y adolescentes de 12 a 17 años está en matrimonio o unión temprana
Tania Selvas / Diario de Chiapas
En la actualidad es madre de una pequeña de seis años y un niño de cuatro, pero en el año 2000, Alejandra formó parte de las estadísticas que revelaban que más de 313 mil niñas, niños y adolescentes de 12 a 17 años estaban en un matrimonio o unión temprana; el 76 por ciento de ellos eran mujeres según el informe, Recuperar el poder: las niñas y adolescentes en el tiempo de mujeres transformadoras de la organización internacional Save the Children.
Sin embargo, ella sí corrió con suerte por poder contar con una red de apoyo familiar cuando se dio cuenta que tenía un mes y medio de embarazo, lo que le permitió vivir en un entorno más tranquilo su primer embarazo.
“Fue bastante complicado, con miedo; decirles (a mis padres), otra enfrentar a lo que se me venía también. Fue bastante difícil, pero mi mamá me entendió, me entendió muy bien y me ayudó, en ningún momento me dio la espalda, al contrario, porque si no hubiera sido bastante difícil, complicado”.
Aunque su decisión de ser madre a corta edad implicó una serie de sacrificios, tener que abandonar los últimos semestres de preparatoria y truncar su sueño de estudiar medicina militar. Pero esa no fue la etapa más complicada de su nueva vida, sino el riesgo de perder a su primera hija, quien fue prematura de ocho meses, una condición generada por su inmadurez uterina.
“Los problemas de salud con ella, con mi bebé, fueron bastante graves estuvo bastante tiempo hospitalizada hasta los tres meses de haber nacido, ella seguía con bastantes complicaciones. Tenía problemas para respirar, posteriormente, estando ahí se le complicó, luego le dio diarrea, le cambiaron las leches, se convulsión, la llevamos al cardiólogo”.
Alejandra, tuvo más suerte que su cuñada, quien a los 16 años también se enfrentó a ser madre, sufriendo el rechazo del padre de su bebé y posteriormente ver en riesgo su propia vida, que la limitó a poder ser mamá a futuro.
Hoy, ve hacia atrás y aunque su vida dio un giro radical, es feliz con su pequeña familia, con la idea de retomar sus estudios, quizá ya no medicina por el tiempo que se requiere dedicarle; pero algo que le apasione y le permita mejorar su economía familiar.
“No es nada fácil, no es sólo el gasto sino a veces la salud, los cambios que tiene uno como mujer al ser mamá. Es una responsabilidad bastante grande, así que hay que cuidarse”.