Marco Alvarado/ Diario de Chiapas
El consenso científico es que estamos ante cambios medioambientales sin precedentes y cuyos efectos, en algunos casos, se podrían extender por siglos, pero de momento tener impactos como el fenómeno migratorio.
Silvia Ramos Hernández, directora del Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático, de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), señaló que en Chiapas los fenómenos hidrometeorológicos, que se pueden agravar a medida que aumente la temperatura del planeta, son los que más han afectado a la población en los últimos años, tal y como sucede en otras regiones del mundo.
Explicó que los efectos del calentamiento global también son socio organizativos; eventos naturales como los huracanes o las sequías “empujan” movimientos migratorios, como está ocurriendo en este momento en Chiapas.
“Tenemos una mayor medición de los desastres que están sucediendo y por eso debemos prestar atención a estados como Chiapas, porque sabemos de su alta vulnerabilidad ante los eventos naturales y su impacto social”.
De hecho, la entidad es susceptible a diferentes riesgos como los sismos, las inundaciones, los deslaves, las sequías y, desde el año 2020, al impacto de pandemias globales como el provocado por el virus SARS-CoV-2.
“Vemos que en este momento por atender la pandemia la atención de otros riesgos ha disminuido”.
De continuar la transformación del suelo, como sucede mediante la agricultura y ganadería extensivas, la tala de bosques y selvas, Chiapas será más susceptible a procesos de erosión, a deslaves, a inundaciones y más personas tendrán carencia de agua, destacó.
En un contexto así, opinó que “no estar preparados es el mayor problema ante un evento, al que terminamos por llamar desastre”, por eso la urgencia de un desarrollo sustentable, con políticas públicas que protejan el equilibrio natural del estado.
