Alto Mando
Miguel Ángel Godínez García
La entrega pactada de 17 familiares de Ovidio Guzmán —hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán— al FBI de Estados Unidos no fue un acto humanitario, es la antesala de una tormenta que apenas comienza. A cambio de protección para su familia, Washington podría estar recibiendo de El Ratón, la información más explosiva sobre las redes de complicidad entre el crimen organizado y altos políticos mexicanos. Los Chapitos (Ovidio y Joaquín) están dispuestos a hablar, y sus declaraciones harán cimbrar las estructuras del poder.
En este episodio se puede esperar cualquier cosa de Donald Trump, pero lo realmente inquietante es que la presidenta Claudia Sheinbaum haya declarado no saber nada del acuerdo. López Obrador decía que el presidente de la República era el más informado del país ¿Es creíble entonces que la jefa del Estado mexicano ignore un acuerdo que implica la entrada legal y permanente de casi una veintena de familiares de Ovidio? Si lo desconocía, el problema entonces no es sólo la omisión, sino lo que revela: un quiebre definitivo en la confianza bilateral y, quizás, un reconocimiento tácito de que, en materia de seguridad, Estados Unidos ya no toma en cuenta al gobierno de Sheinbaum como en su momento lo hizo con el de AMLO y ha decidido tomar el control sin el consentimiento de México.
La operación denominada “Recuperación de EUA”, que busca desmantelar las redes del narco, ya ha comenzado a utilizar cargos de narcoterrorismo y marca una nueva etapa en la narrativa y en las acciones de Washington. Ya no se trata sólo de capturar capos: el objetivo es desmantelarlos, y el mensaje va implícito: Si México no puede o no quiere limpiar sus instituciones, Estados Unidos lo hará en su lugar.
Así lo muestra al menos la reciente cancelación de las visas a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y a su esposo Carlos Torres—. No es casualidad: ambos han sido señalados por presuntos vínculos con el crimen organizado. Incluso, se ha mencionado, por ejemplo, de una red de producción de fentanilo en el penal de El Hongo, en Tecate, donde familiares de internos denunciaron que los presos fueron usados como “conejillos de indias” para probar la fatal droga.
Y esto va mucho más allá. La llamada “Narco Lista”, elaborada por las agencias estadounidenses —DEA, FBI, OFAC, entre otras— incluye a por lo menos 44 funcionarios, políticos, militares y exgobernadores, la mayoría ligados a Morena. La lista contempla sanciones severas, como la cancelación de visas, congelamiento de cuentas, alertas a la UIF mexicana y la prohibición de relaciones comerciales con entes de Estados Unidos. Algunos nombres son cercanos al expresidente Andrés Manuel López Obrador; incluso se menciona que él mismo podría encabezar otro listado. Pronto será irá confirmando.
Y aunque la presidenta Sheinbaum ha exigido respeto a la soberanía nacional y ha rechazado el uso de la etiqueta “narcoterrorismo” como pretexto para una intervención extranjera, las agencias estadounidenses presumen operativos exitosos y el desmantelamiento de narcolaboratorios en nuestro país, específicamente Sinaloa, encabezados según la embajada de EU, por unidades mexicanas certificadas por el ICE, entonces ya están adentro. ¿Autonomía o subordinación?
Es cierto que una nueva declaración de Ovidio Guzmán puede llevar al país a un punto crítico, sin embargo, para el gobierno de Claudia Sheinbaum hay una pieza clave que permanece como un pilar importante: el Ejército mexicano. Su papel es hoy decisivo. Las Fuerzas Armadas son símbolo de disciplina, honor y compromiso con la patria y EU lo reconoce, pero a nadie en México conviene poner a prueba su institucionalidad, sobre todo, en medio de una crisis política. La lealtad no debe confundirse con obediencia ciega. Cuando la clase política entra en crisis de legitimidad, las instituciones deben convertirse en guardianes del pacto republicano. Y en este sentido, ¿hasta qué punto puede sostenerse la narrativa de neutralidad del Ejército cuando la evidencia apunta a que el narco ha penetrado los tres niveles de gobierno?
De Imaginaria. En el H. Colegio Militar, la Comandanta Suprema de las FA, Claudia Sheinbaum, encabezó la ceremonia conmemorativa al «105 Aniversario de la Columna de la Legalidad». El Gral. Ricardo Trevilla Trejo, Srio. de la Defensa resaltó la lealtad de los cadetes a las instituciones legalmente establecidas y a la figura presidencial.