Alto Mando
Miguel Ángel Godínez García
Guerrero vive un alarmante aumento de violencia, situándose en la peor crisis de seguridad en su historia. Ataques con explosivos lanzados desde drones, asesinatos de transportistas, levantamientos, extorsiones y una guerra encarnizada entre cárteles y fuerzas federales, han dejado un saldo, en lo que va de la administración de Evelyn Salgado, de más de 2 mil 500 asesinatos dolosos.
El fracaso de Evelyn en materia de seguridad es evidente. Cifras oficiales, revelan una tendencia creciente de muerte en su gobierno. En los primeros ocho meses se registraron 742 homicidios dolosos. En 2023, la cifra ascendió a 1,411, y en enero de este año se contabilizaron más de 400, sin embargo, parte de esa responsabilidad recae en el senador Félix Salgado Macedonio, padre de la gobernadora, quien es el poder detrás de la silla, mismo que ha influido en su decisión de combatir o no a los cárteles que operan en su entidad. A Evelyn le convendría establecer desde luego, una sana distancia de su pariente, ya que, ella también lo sabe, ha sido vinculado con grupos delincuenciales.
Si bien Guerrero ha sido históricamente un estado violento, el más reciente caso ocurrió en el poblado de San Miguel Totolapan, el pasado 19 de febrero, donde un convoy del grupo criminal Los Tlacos, perpetró una violenta emboscada contra sicarios de la Familia Michoacana. La cifra oficial del estado fue de solo cinco muertos, pero un video difundido por los propios criminales, muestra como una docena de cadáveres fueron apilados sobre troncos para luego quemarlos, no sin antes descargar sobre de ellos decenas o cientos de disparos con armas largas, así la saña. En otro, se aprecia a 17 más sin vida en la morgue de la Fiscalía local.
El presidente López Obrador cuenta ya con el informe de lo ocurrido y el número exacto de muertos, mismo que le fue entregado por la Sedena; en éste, se destaca también que por lo inaccesible del lugar no fue posible arribar conjuntamente con la Guardia Nacional, pero sí se dio seguimiento puntual por vía satelital.
El enfrentamiento entre Tlacos y Familia Michoacana no es un hecho aislado, Guerrero es un estado afectado por la presencia de varios grupos del narcotráfico. La reciente escalada de violencia y la cruenta lucha por las plazas tiene sus raíces en 1990, y más recientemente tras el asesinato de Arturo Beltrán Leyva, en 2009. Hasta el 2023, 16 grupos delictivos habían sido identificados por la Sedena y el CNI, entre ellos, el CJNG, Los Tequileros, La Familia Michoacana, Los Ardillos, Los Rusos y Los Tlacos.
Hoy Guerrero es visto como un claro ejemplo de estado fallido ante la ausencia de gobierno, pero tampoco es exclusivo, un informe militar señala que 29 alcaldes de Michoacán, tenían vínculos con el narcotráfico. En Tamaulipas, Sonora, Zacatecas, Oaxaca, Chiapas y otros, se repite la misma situación.
Difícil tarea la que le espera al Ejército Mexicano y a la GN al arrancar las campañas electorales, pues deberá brindar protección a los candidatos que la soliciten. Se renuevan 20 mil 375 cargos federales, incluida la Presidencia, 500 curules de Diputados, 128 del Senado, y nueve gubernaturas. Pese a las declaraciones de López Obrador y de las secretarias de Gobernación, Luisa María Alcalde y de Seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, de que habrá un proceso en paz, los asesinatos de candidatos están a la orden del día. De enero a la fecha suman ya 11, y contando.
De Imaginaria. Dice el presidente López Obrador que su mayor angustia es no haber resuelto el caso Ayotzinapa, pero hoy la indagatoria no tiene pies ni cabeza, gracias a Encinas. Para colmo, Murillo Karam, enfermo, sin pruebas en su contra, incluso, algunas inventadas por la Fiscalía, permanece en prisión y sin derecho a prisión domiciliaria, a diferencia de Lozoya, que ya fue absuelto. La verdad histórica de Murillo fue replicada por el gobierno lopezobradorista, pero en esta versión 2.0 no hay nadie en prisión ¿De ahí la angustia?
