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Carlos Matute González

El próximo 02 de enero el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) elegirá a su presidente/presidenta entre cinco candidatos, que son las ministras Norma Piña Hernández y Yasmín Esquivel Mossa y los ministros Javier Laynez Potisek, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Alberto Pérez Dayán, quienes presentaron sus proyectos para conocimiento de sus pares y de la ciudadanía. Hay que señalar que quien resulte nombrado también presidirá el Consejo de la Judicatura Federal (CJF).

El presidente López Obrador, que no debiera intervenir en este proceso, en la mañanera del 17 de noviembre hizo su perfil ideal de la persona que debiera presidir la SCJN y el CJF en los términos siguientes: “Quiero que sea una persona honesta. Que aplique el Estado de derecho con dimensión social y que tome siempre en consideración (…) el interés público. Y que no haya violación de derechos humanos” (INFOBAE, 17-11-22). A mi entender, hoy todos los aspirantes cumplen con ese perfil.

La ministra Piña y el ministro Laynez en sus proyectos recalcaron la importancia de la autonomía e independencia del Poder Judicial de la Federación para el fortalecimiento de la vida nacional, el ministro Gutiérrez hizo hincapié en el mejor manejo de la administración interna de la Corte, la ministra Esquivel en la continuidad de las políticas públicas Judiciales y el ministro Pérez Dayán en la persistencia de la política de cero tolerancia a la corrupción y la discriminación.

Sin embargo, el pasado martes 21 de diciembre el portal de LatinUS publicó una denuncia de Guillermo Sheridan sobre un posible plagio cometido por la ministra Esquivel en su tesis de licenciatura, lo que la juzgadora negó categóricamente y presentó en su defensa una carta de su asesora de tesis quien dice ser una docente que ha dirigido más de 500 tesis de licenciatura como prueba de la falsedad de la acusación del académico.

Todo esto ha levantado un gran revuelo por la importancia del nombramiento en la garantía de la independencia judicial y por la cercanía de la ministra Esquivel y su marido, el Ingeniero José María Riobóo, con el presidente López Obrador, quien condenó al denunciante y minimizó la denuncia. En su perfil ideal, el presidente privilegió la honestidad, porque obtener un título profesional en forma indebida no es tan grave como el pecado de ser conservador.

Nadie sabe a ciencia cierta el sentido del voto de cada uno de ellos y todo lo que se dice en las columnas políticas son especulaciones, pero no cabe duda de que el tesis gate en la Corte es un elemento que no se esperaba en el escenario y que puede ser decisivo al momento de conformar la mayoría de seis ministros que se requiere para la designación de su presidente. También es importante señalar que el Comité de Integridad Académica y Científica de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM informó que iniciará un análisis pormenorizado de la tesis de licenciatura de la ministra Esquivel, cuyo resultado deberá ser tomado en cuenta para la votación.

Si, después de concluida la investigación resultara cierta la acusación, la candidatura de la ministra Esquivel sería insostenible e indefendible, y si fuera falsa las posibilidades de ser la primera presidenta de la SCJN pudieran aumentar. De ahí la importancia de que la indagatoria sea expedita y convincente. Hay indignación en el medio jurídico y zozobra en el Poder Judicial Federal, por lo que los cuestionamientos escalarán y las especulaciones crecerán mientras no haya una resolución del Comité.

Contrario a lo que se pudiera opinar, ninguno de los candidatos a la presidencia de la SCJN gana con estos escándalos. Las especulaciones sobre la fuente de la filtración de la información de que es fuego amigo interno o un ataque de la mafia conservadora son superficiales y sin sustento. El periodismo opositor al gobierno perdería en credibilidad si la denuncia resultara falsa y los procesos de designación de los ministros en este sexenio perderían confiabilidad si se concluyera que hubo plagio en la tesis en cuestión.

El bien de la República exige que en el tesis gate haya transparencia y celeridad. Los ministros deben votar con este asunto esclarecido so pena de que la próxima presidencia de la SCJN y del CJF inicie con un cuestionamiento sobre su legitimidad. Lo cierto es que uno de los proyectos por la continuidad cercana a la 4T está sujeto a serios cuestionamientos y tal vez ya se haya descarrilado en el ánimo de quienes lo apoyan interna y externamente.

Investigador Nivel I del Sistema Nacional de Investigadores

cmatutegonzalez@gmail.com

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