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CENEVAL, una opción que debe evaluarse para mejorar

Ulises Lara López

En México, de acuerdo a cifras de la Secretaría de Educación Pública (SEP), con cada nuevo ciclo escolar un mayor porcentaje de jóvenes acceden a la universidad, sin embargo, no egresan la misma cantidad de personas, ni se titulan.
Al respecto, recientes datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior(ANUIES), a través de su publicación sobre «Mercado Laboral de Profesionistas en México», reveló que 6 de cada 10 alumnos de instituciones privadas se titula, en tanto que en las universidades públicas estatales la eficiencia terminal de los estudiantes es de 52%, es decir, que en promedio por cada 100 alumnos que ingresaron en una misma generación, la mitad no obtuvo el título.
Esta es una realidad que por muchos años ha sido un lastre para el Sistema Educativo Nacional y, consecuentemente, refleja que, en nuestro país, el número de profesionistas titulados, se mantiene baja en comparación a otros países: 17%, según la OCDE.
En ese contexto, los jóvenes universitarios y muchas veces también sus padres, consideran suficiente con terminar la carrera profesional e ignoran la importancia de contar con un título profesional que avale sus estudios.
Son múltiples los factores que contribuyen a esta situación, desde aspectos socioeconómicos, espacios en el mercado laboral, desempeño académico, hasta las modalidades de titulación, la carencia de un adecuado acompañamiento para avanzar en la opción de titulación que eligen, las dificultades teórico-metodológicas para integrar conocimientos en la investigación, la faltan tiempo o disciplina, o la combinación de varios de estos elementos, entre otros.
Lo cierto es que todo ello denota la permanente necesidad de avanzar en la transformación de la educación para los mexicanos e impulsar la apertura de espacios que fortalezcan y mejoren las oportunidades de nuestros jóvenes.
Desde hace 28 años, una de las agencias de evaluación educativa no gubernamentales la constituye el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (CENEVAL), cuyo objetivo es contribuir a mejorar la calidad de la educación media superior, superior y programas especiales mediante evaluaciones externas de los aprendizajes logrados en cualquier etapa de los procesos educativos, de manera independiente y adicional a las que llevan a cabo las instituciones educativas, en México.
Una de las razones que llevó a la creación del CENEVAL fue la inconformidad en amplios sectores de la sociedad respecto a la calidad de la educación. Por tanto, se convirtió en un organismo destinado a poner en práctica, como prioridad, el mejoramiento cualitativo y el propósito de intensificar los procesos de evaluación que ayudaran evitar metas no logradas, rezagos, promesas no cumplidas, y a concretar los anhelos de la educación universitaria.
El CENEVAL, surgió con el propósito de participar en la solución de los problemas que dan origen a ese amplio y diverso estado de inconformidad en que vivimos los mexicanos. En ese sentido debe aportar evidencias relativas al aprendizaje que logran los estudiantes, las cuales ayudan a evaluar el quehacer de las instituciones de educación superior y la calidad de sus programas educativos. Se trata de indagar la medida en que los estudiantes han aprendido lo que debían aprender, y ello es adicional y complementaria a la que hace cada profesor en cada institución educativa.
Así, cuenta con instrumentos para evaluar los conocimientos, las habilidades y las competencias para el ingreso y el egreso de diversos tipos educativos, así como para el diagnóstico, la acreditación y la certificación profesional en diversas áreas profesionales. Diseña también, instrumentos de evaluación para atender los requerimientos de diversos organismos y empresas de los sectores público y privado.

En 2020, ante el necesario confinamiento y las medidas de distanciamiento para evitar contagios de la pandemia, el CENEVAL implementó acciones tecnológicas para disponer de lo que hoy se conoce como Examen desde casa, se trata de una prueba en línea que el sustentante responde desde su domicilio; una modalidad de aplicación que era necesaria incluso antes de la pandemia.
En ese sentido, las medidas de protección frente al virus se convirtieron en una etapa de cambios y renovación por lo que este organismo está en condiciones de lanzar una nueva generación de exámenes con mejores recursos tecnológicos para ofrecer a sustentantes e instituciones de modo que puedan demostrar sus habilidades y conocimientos en condiciones de seguridad, de forma presencial o remota, y con la misma garantía de validez y confiabilidad que en el año referido tuvieron un descenso de más de 50%.
En lo que va del año, el CENEVAL lleva aplicados 915 mil 018 exámenes, 44% en la modalidad en papel; en línea se aplicó 6%, y en la modalidad examen desde casa, 49% de los instrumentos. Los propósitos de examen para programas educativos fueron: de Ingreso 706 mil 99; de Diagnóstico mil 901; de Egreso 113 mil 950; de Acreditación seis mil 579. En programas de profesionalización, 42 mil 683 se aplicaron para Certificación y 43 mil 806, correspondieron a otros.
A decir Antonio Ávila Díaz, director general del CENEVAL, quien en junio de 2020 publicó un artículo donde sostuvo que el organismo “…es una herramienta inestimable para la evaluación de la educación superior. Por la manera como están concebidos (los exámenes) y por su forma de operar estos instrumentos de evaluación han sido un hito en México y han sido elogiados por instancias internacionales y mencionados en numerosas ocasiones por publicaciones nacionales y extranjeras”.
En el contexto de cambio y redefinición de prácticamente todas las maneras de hacer las cosas y, atento a las cambiantes demandas que está imponiendo la vida contemporánea, el CENEVAL ha puesto a disposición de sus usuarios un nuevo servicio de aplicación de sus instrumentos de evaluación acorde a la nueva normalidad que aceleradamente se va imponiendo y con ello contribuye a dar certidumbre a uno de los bienes públicos más apreciados de nuestra sociedad: la educación.
En por ello que considero que el CENEVAL tiene que avanzar en ser más flexible y no solamente accesible, necesita agilizar los trámites y entrega de las cédulas de técnicos y profesionales y poner plazos para superar el lastre de la no titulación. Pero algo urgente que debe superar en que su origen fue resultado del sistema de competitividad global y no en la necesidad de certificar las competencias, por lo que sugiero reorientar esfuerzos para impulsar el reconocimiento formal de habilidades adquiridas por jóvenes que han dedicado su tiempo para crear programas de informáticos y aplicaciones; reparar equipos de cómputo y celulares; realizar videograbaciones y sonorización de espacios abiertos y/o cerrados. Es más, deberíamos meter acelerador y ofrecer certificaciones para tutoriales en Tik Tok o para Youtubers, incluso para ese ejército de vendedoras por catálogo que han desarrollado capacidades para adaptarse a las nuevas condiciones económicas de venta por internet y publicidad por redes.

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