Desde mi Trinchera
Diego Victorio
Acaparó la atención de la opinión pública y, el círculo rojo asintió con la cabeza la postura.
La especulación, de pronto, sucumbió y, frenó de golpe.
Y, es que, cierto grupo de opinológos lo hacían fuera del radar de Morena.
Paralizó la Mass Media, no era para menos, la declaración así lo ameritaba.
Fue explícito. Siempre calculador y, respetuoso de los tiempos que el espectro político indica.
Habló firme, sin aludir a ningún aspirante guinda a la primera magistratura de Chiapas.
Justo cuando la coyuntura política así lo exigía, el senador Eduardo Ramírez Aguilar, socializó, sin cortapisas que, él es fiel a Morena.
Que su corazón está en el partido “vinotinto” y, que, cuando el proceso sucesorio de 2024 esté en ciernes, él se someterá a cualquier metodología de elección del candidato.
A la encuesta, que es el algoritmo favorito de los morenos para seleccionar sus piezas, tampoco le teme. Ni a cualquier método primario.
La nota no es el destape de Ramírez Aguilar a suceder a Rutilio Escandón Cadenas en 2024.
La confesión de que va a participar en la elección concurrida de entre dos años pasa a segundo término.
La nota es que, contrario a lo que bisbiseaba la rumorología, “El Jaguar de Chiapas” es más moreno que muchos de los radicales que, dicen atesorar los dogmas del guinda.
La postura de Eduardo, es legítima. El senador chiapaneco tiene los arrestos para hacer ese tipo de pronunciamientos.
Ha sido fiel a los principios de Morena, pero, sobre todo, ha aportado a la Cuarta Transformación, desde el Senado de la República.
Ramírez, es un personaje que ha sabido construir la cita con su destino, dialoga, acuerda y hace equipo para aportar con reformas estructurales al crecimiento de la economía del país.
Es un referente político en la jerga legislativa de gran calado.
Sin embargo, estar en lo más alto de la cúpula no lo ha hecho perder su sensibilidad, ni su esencia, vaya, conserva intacto el pueblo que lleva dentro, lo tiene en su ADN.
En los imaginarios colectivos rondará, a partir de hoy, la figura de Ramírez Aguilar ataviado de los colores que simbolizan al partido gobernante.
Supo medir el termómetro de la atmósfera electoral, la precisión con que lo hizo lo dibuja como un lobo estepario que aguarda el momento para embestir.
Hoy que, todo es festín y jolgorio en el partido en el poder, tras haber ganado cuatro gubernaturas, el chiapaneco Ramírez aclaró paradas y, confirmó lo que aquí siempre he recalcado: “El Jaguar” es moreno. Al Tiempo.
Comentarios Atrincherados
* Cacahoatán ha caído en un impasse, hay severos problemas de gobernabilidad, rezago social e inseguridad. Las improvisaciones nunca han sido buenas consejeras y, eso ocurre con el gobierno de Rafael Inchong que, de despachar agua ardiente saltó a la alcaldía.
* El crecimiento y desarrollo de Tapachula avanza sin precedentes, de la mano de la alcaldesa Rosy Urbina. Hoy, la Perla del Soconusco da respuesta a los ciudadanos con soluciones integrales. HASTA PRONTO.
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