Dr. José Antonio Ramírez Díaz
En el devenir histórico de la sociedad, la educación ha sido considerada como la herramienta socializadora de aquellos conocimientos, valores, habilidades, destrezas, aptitudes y actitudes, que deben poseer los individuos para coexistir y adaptarse al modelo de desarrollo establecido. Así, la escuela como institución, ha sido la instancia encargada de aportar los conceptos y características que identifican a un determinado tipo de ciudadano. En el México actual, la educación ha sido considerada como la palanca de desarrollo para lograr la transformación social a partir de la formación de individuos con sentido humanista, crítico y comunitario.
Las estadísticas educativas muestran que Chiapas, ocupa los últimos lugares a nivel nacional en los principales indicadores, tales como el rezago educativo con un 59.8% (CONEVAL:2021); el abandono escolar en secundaria con el 3.8% que lo ubica en el lugar 29 de 32; y el lugar 32 en los niveles de absorción de la demanda potencial con un 85.6%. Reflejan que el estado, ocupa el último lugar en absorción de la demanda potencial para la educación media, con un 85.7%; el primer lugar en reprobación con un 5.5% y el último en cuanto a cobertura se refiere con un 62.3% (SEE:2023).
Los datos reflejan la necesidad urgente de atender la problemática, se requiere de políticas públicas transformadoras, así como dotar de una racionalidad inclusiva y equitativa a las formas de organización y funcionamiento de las Áreas Directivas y Operativas del Sistema Educativo Estatal.
En el Plan Chiapas Transformador 2024, Eduardo Ramírez Aguilar, gobernador electo del estado de Chiapas, señala que pese a los mandatos constitucionales a nivel nacional y local, para garantizar educación inclusiva, laica, gratuita, bilingüe, con perspectiva de género, equidad y no discriminación, el sistema educativo chiapaneco, no ha logrado consolidarse eficientemente bajo esta perspectiva, considerando a la entidad, con los resultados más bajos de los principales indicadores educativos de la región sur-sureste en los últimos años (Ramírez:2024)
La educación no sólo es importante para aprender los conocimientos básicos, como historia, gramática, geografía o matemáticas, también es clave porque a través de este camino, los sujetos desarrollan habilidades y capacidades específicas (conocimientos, valores, aptitudes, actitudes) de formación integral, que más tarde serán consideradas de enorme valor en el mercado laboral.
Otra problemática, es el rezago educativo y el abandono escolar; especial atención, deberá prestarse al abandono de las aulas en el nivel secundaria y preparatoria, que es donde se presentan las mayores dificultades para que los jovenes chiapanecos continuen con los estudios.
Resignificar y hacer pertinentes los aprendizajes para los estudiantes, en un estado diverso, heterogeneo y complejo, requiere modificar las actitudes de los actores en los procesos educativos; es necesario transitar a una visión flexible que considere las realidades y necesidades de las comunidades desde el aula, como unidad sintética del conjunto de relaciones académicas, sociales y culturales. Requiere de una puntual atención en materia de política educativa, con acciones decisivas para disminuir el rezago educativo y el abandono escolar de las niñas, niños y adolescentes chiapanecos.
Es necesario que la acción educativa sea producto de la planeación; que tenga objetivos claros y precisos, con instrumentos de evaluación específicos, que permitan obtener información fiable para consolidar y/o reorientar los Proyectos que se emprendan en los diferentes niveles educativos.
En este contexto, la intervención para transformar los procesos educativos debe enfocar la atención en revertir los índices del sistema educativo chiapaneco, priorizando:
- Disminuir el rezago educativo y el abandono escolar
- Regionalizar los procesos de educación
- Actualizar, profesionalizar y capacitar a los docentes de Educación Básica y Media Superior
Algunas estrategias que pueden considerarse para el logro de los propósitos descritos pueden orientarse bajo las siguientes perspectivas:
- Univerzalización de las becas a niñas, niños y jovenes en zonas indígenas y municipios con menor índice de desarrollo humano, para que la situación socioeconómica de las familias no sea un impedimento para que asistan a la escuela.
- Convocar al magisterio chiapaneco para que en un barrido casa por casa en las comunidades, se identifiquen niñas, niños y jovenes fuera del sistema escolar para incorporarlos al sistema educativo.
- Establecer mecanismos de compensación y estímulos para los docentes que incorporen y atiendan a niñas, niños y jovenes fuera del sistema escolar.
- Acercar la escuela a través de la creación de campamentos educativos en aquellas zonas en donde el temporal agrícola se convierta en un obstáculo para que ejercer el derecho universal a recibir educación.
- Concertar convenios de colaboración entre la Secretaría de Educación, el Sistema DIF Chiapas y el Registro Civil, para que la falta de Actas de Nacimiento, marginación, capacidades diferentes, violencia y el trabajo infantil, no sean causas de deserción e inasistencia escolar.
- Implementar cursos de nivelación y regularización, en el primer semestre y durante los estudios de la educación media superior para prevenir el abandono escolar.
- Incorporación de la tecnología a las aulas. La tecnología, tiene el poder de transformar la educación y abrir nuevas oportunidades de aprendizaje. La integración de la tecnología en las aulas, permitirá cerrar la brecha de acceso y el uso potencial de las herramientas digitales necesarias para que los estudiantes chiapanecos desarrollen conocimientos, habilidades y destrezas necesarias, para enfrentar los retos que demanda una sociedad en constante cambio.
- Diseñar contenidos que permeen dentro y fuera de la escuela, la cosmovisión (forma de ver el mundo), y la convivencia (forma de tratar a los demás), de los individuos, con el objeto de establecer condiciones para la paz social a través de la educación y la cultura.
- Actualizar, profesionalizar y capacitar a los docentes, para su mejor desempeño en el contexto donde desarrollan su práctica docente.
- Implementar un Proyecto Transformador de Formación Continua para los docentes de los diferentes niveles educativos Regionalizado y Contextualizado.
La problemática de la educación en Chiapas, es compleja, requiere atención urgente, es necesario rescatarla del abandono en que se encuentra. Se necesita un sistema educativo que brinde una formación integral, capaz de despertar la curiosidad y el interés en los estudiantes, debe promover habilidades reales que preparen a los alumnos de manera efectiva para los desafíos de un futuro que pinta complejo. Es necesario, un sistema educativo sólido, que, al día de hoy, no se tiene.
Es imprescindible una nueva visión de concebir la educación, concretar el currículum en función de las historias y contextos locales; los procesos educativos deben pensarse a partir de las propias condiciones socioeconómicas y culturales de las comunidades, para que sean pertinentes.
Desarrollar acciones contundentes para transformar una realidad educativa que requiere reorientar los procesos educativos para convertirlos en generadores de cambio y desarrollo social, debe ser una prioridad para el gobierno de la Nueva ERA.
En términos de las realidades chiapanecas, múltiples y heterogéneas, el proceso de las transformaciones de los procesos educativos, representa el gran desafío para el gobierno estatal. La oportunidad de ejecutar un Proyecto de gobierno con potencial transformador, que se convierta en fortaleza y trascendencia para Chiapas.