El saldo de las llamadas entre Sheinbaum y Trump

El saldo de las llamadas entre Sheinbaum y Trump

Historias de NegoCEOs

Mario Maldonado 

Claudia Sheinbaum Donald Trump han sostenido por lo menos cinco llamadas telefónicas para conversar sobre los principales temas de la relación bilateral, como seguridad, migración y comercio. Ambos presidentes han privilegiado el diálogo directo, aunque sus secretarios de Estado y funcionarios del Gabinete también se reúnen y hablan constantemente para aterrizar los acuerdos alcanzados. El saldo de la estrecha relación es relativamente bueno, aunque México ha tenido que aceptar muchas imposiciones a cambio de evitar aranceles y maltrato de nuestro vecino y principal socio comercial. 

Esta semana pudo haber iniciado con una nueva confrontación con Estados Unidos, pero la Presidenta optó por mantener la calma y buscar la conciliación con Donald Trump, quien solicitó a México permiso para enviar tropas militares a enfrentar a los cárteles de la droga. A decir de la mandataria mexicana, se trató de una “propuesta respetuosa” del gobierno estadounidense, la cual rechazó por tratarse de la soberanía mexicana. 

En noviembre pasado, luego de las elecciones de Estados Unidos, se llevó a cabo la primera llamada entre mandatarios, descrita por la Presidenta mexicana como “muy cordial”, en la que Sheinbaum y Trump intercambiaron felicitaciones por sus respectivos triunfos electorales. 

Ese mismo mes los mandatarios volvieron a tener una llamada –la segunda– para hablar de la estrategia migratoria. En dicha conversación se planteó un trabajo de colaboración para enfrentar la crisis humanitaria de fentanilo que se vive en Estados Unidos y otros temas de seguridad, como el de contrarrestar a los grupos criminales mexicanos con inteligencia militar de Estados Unidos. En la plática se acordó que, una vez iniciada la administración del republicano, los miembros de ambos gabinetes entrarían en contacto para avanzar en planes conjuntos. 

Horas después de su toma de posesión, Trump anunció que aplicaría aranceles del 25% a las importaciones procedentes de Canadá y México a partir del 1 de febrero, acusando a ambos países de no hacer lo suficiente para detener el flujo de drogas y migrantes hacia Estados Unidos. Fueron semanas tensas hasta que, los primeros días de febrero, se llegó a un acuerdo para evitar las tasas impositivas al comercio. La tercera llamada.  

En dicha conversación se pactó que México reforzaría la frontera norte con 10 mil elementos de la Guardia Nacional de forma inmediata, para evitar el tráfico de drogas. Trump dio un plazo de 30 días para revisar la entrada en vigor de aranceles, exceptuando las tarifas de 25% a vehículos, así como las impuestas al acero y el aluminio extranjeros, las cuales siguen vigentes. 

A finales de febrero, Trump amagó nuevamente con echar mano de aranceles contra México y Canadá a partir de la primera semana de marzo. Aquellos días fueron difíciles en Palacio Nacional, según fuentes cercanas a la Presidencia, pues la comunicación entre los gobiernos fue escasa y se tuvieron que reforzar los intentos de negociar desde el lado mexicano. Fue entonces que, como símbolo de cooperación, 29 capos de la droga fueron entregados de forma expedita a la justicia de Estados Unidos. 

Tras la ofrenda a Estados Unidos, se dio una nueva llamada entre Trump y Sheinbaum –la cuarta–. “Muchas gracias al presidente Donald Trump. Tuvimos una excelente y respetuosa llamada en la que coincidimos en que nuestro trabajo y colaboración han dado resultados sin precedentes, en el marco de respeto a nuestras soberanías. Continuaremos trabajando juntos, particularmente en temas de migración y seguridad, que incluyen reducción del cruce ilegal de fentanilo hacia los Estados Unidos, así como de armas hacia México. Como lo menciona el presidente Trump, no se requerirá que México pague aranceles en todos aquellos productos dentro del T-MEC. Este acuerdo es hasta el 2 de abril”, publicó la mandataria en sus redes sociales. 

Luego, a inicios de abril la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos presentó el Informe Nacional de Estimaciones sobre Barreras al Comercio Exterior 2025, en el que se identificaron 14 barreras para mantener la relación comercial con México, mismas que tenían que corregirse en el corto plazo. 

Días después, el 16 de abril, los presidentes tuvieron su quinta conversación en el contexto del reclamo de Estados Unidos por el agua del río Bravo, así como por los aranceles del 21% a los jitomates mexicanos y la militarización de la frontera común. Ambos mandatarios calificaron la conversación como “muy productiva”, aunque este fin de semana se reveló por parte de los medios de comunicación que Trump pidió a la presidenta Sheinbaum su luz verde para enviar tropas a combatir a los criminales en suelo mexicano. 

Las conversaciones entre Trump y Claudia Sheinbaum han sido respetuosas, pero con cierto nivel de rispidez. En cada oportunidad, el presidente estadounidense llena de elogios a la Presidenta mexicana, para luego vapulear a México y argumentar que la jefa del Ejecutivo mexicano y su Gabinete le tienen “mucho miedo” a los criminales. Detrás de ese tipo de aseveraciones está la intención de Estados Unidos de enviar a sus tropas para combatir frontalmente a los grupos del crimen organizado en el territorio nacional. 

Se dice que el arma secreta de Estados Unidos son las pruebas de colusión y corrupción de políticos mexicanos y funcionarios en activo, algunos del movimiento denominado como la Cuarta Transformación, presuntamente relacionados con las organizaciones criminales. Si el gobierno de Trump logra comprobar esos vínculos, será más difícil para el gobierno mexicano sostener la narrativa de la soberanía nacional frente a la propuesta de “apoyo” militar.

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