Fernando Martínez González
Pasar de la austeridad republicana a la pobreza franciscana, ha sido la determinación anunciada recientemente por el presidente de la república en una de sus conferencias mañaneras. Y esto se explica por la necesidad que tiene el gobierno de contar con presupuesto suficiente para seguir la construcción de sus obras insignia y mantener los programas sociales, sobre todo ahora que se acercan tiempos electorales importantes como las elecciones del Estado de México y Coahuila el próximo año, y la presidencial en el 2024.
Pero lo que salta a la vista es que en los años que lleva el actual gobierno, no hemos observado que se haya cuidado el gasto público ya que los diversos festejos conmemorativos de fechas destacadas han sido todo, menos austeros. Esto sin contar los desvíos al presupuesto realizados por diversos funcionarios que se han denunciado. Un ejemplo es el caso de Segalmex y sobre todo, los sobrecostos de las obras que más interesan al presidente, tales como el Tren Maya, que de un presupuesto inicial de 150 mil millones de pesos, se fue a 409 mil millones, un 172 por ciento arriba; lo mismo ha ocurrido con la Refinería de Dos Bocas que de un costo inicial programado de 163 mil millones, lleva ya gastado 245 mil millones, 50.3 por ciento arriba, y el AIFA que aún no está totalmente terminado, contemplaba un presupuesto de 75 mil millones y se le han suministrado hasta estas fechas, 116 mil millones, 54.6 por ciento más de lo presupuestado originalmente.
Y estos no son sino sólo algunos ejemplos del desorden en el gasto muy afectado también por imponderables como los ocasionados por la pandemia del Covid-19, el capital invertido en el NAIM que se fue al caño del desagüe por su cancelación y los pagos que deberán hacerse durante muchos años a los tenedores de los títulos que se adquirieron dentro del plan para el financiamiento de la construcción del aeropuerto de Texcoco.
Lo cierto es que el gobierno ha gastado en exceso y desde un principio, cuando canceló gran número de fideicomisos para, según se dijo abatir la corrupción que los rodeaba, se ha visto que esos presupuestos se han manejado en total opacidad, sin conocer realmente los montos y el nuevo destino de los mismos. Un ejemplo de esta falta de transparencia se presentó la semana pasada cuando la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla reconoció ante un grupo de legisladores que de los 109 fideicomisos para ciencia que se extinguieron en 2020, 91, con un valor de 25 mil 741 millones de pesos, se dedicaron a proyectos del gobierno federal. Esto explica por qué nuestro país esta tan rezagado en investigación científica.
Y podríamos seguir con más ejemplos que demuestran que la llamada Pobreza Franciscana llega a destiempo después de un derroche irresponsable y afectará a servidores públicos, secretarías y dependencias que tienen a su cargo importantes funciones.
MÉXICO ES EL PAÍS CON MENOR AUMENTO EN GASOLINA Y GAS: OCDE
En un contexto en el que la inflación a nivel mundial no cede. México es uno de los países en los que los precios del gas y la gasolina han experimentado los menores incrementos. Mientras que la inflación de energéticos es en promedio del 35.4 por ciento en los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en nuestro país se ha mantenido en niveles por debajo de esa cifra, en gran medida gracias a las acciones implementadas por el gobierno. Gabriel Yorio, Subsecretario de Hacienda, indicó que sin el subsidio a la gasolina la inflación general sería del 11 por ciento. Esta medida no solo ayudó a contener la inflación, también ayudó a disminuir el contrabando de combustibles en donde hubo una baja del 43 por ciento en comparación con el primer semestre de este año.
@fer_martinezg
