Gobernar con virtud: el camino hacia una nueva ERA

Gobernar con virtud: el camino hacia una nueva ERA

Ana Laura Romero Basurto.

“Gobierna al pueblo con leyes y castígalo con penas, y el pueblo se cuidará de no delinquir, pero no tendrá sentido de la rectitud. Gobierna con virtud y con el ejemplo, y el pueblo tendrá sentido de la rectitud y se corregirá.”

CONFUCIO. Su nombre en chino es K’ung Fu-tzu (孔夫子), que se traduce como «Maestro Kong

(Los Analectas, Libro II).

Esta enseñanza refleja su creencia en que el liderazgo moral, más que el castigo, es la base de una sociedad justa y ordenada.

Esta antigua enseñanza sigue siendo profundamente vigente. En tiempos donde la desconfianza hacia las instituciones es creciente, la integridad en el ejercicio del poder no solo es deseable, sino indispensable. No basta con imponer normas o castigos; lo que transforma verdaderamente a una sociedad es el ejemplo ético de quienes la conducen.

Una verdad definitiva y contundente resuena hoy más que nunca: la ciudadanía exige líderes morales que prediquen con el ejemplo. Esta demanda, que se escucha en todos los rincones de nuestra sociedad, refleja el mismo principio que Confucio enseñó hace siglos: el cambio verdadero no proviene de las órdenes, sino del testimonio de quien gobierna.

Recientemente, en un acto claro de congruencia, el Dr. Eduardo Ramírez Aguilar, Gobernador de Chiapas, habló de frente y sin ambigüedades al gremio constructor. Con firmeza señaló: “No deben dar dádivas por obras adjudicadas. Eso se terminó en este gobierno. Concéntrense en construir obras para el pueblo y por el pueblo, sin ningún tipo de pago indebido al gobierno.”

Esta declaración no es solo un mensaje, es una declaración de principios. El Dr. Eduardo Ramírez Aguilar impulsa un cambio profundo en la historia de Chiapas: desea que, en esta nueva era, la integridad sea la regla y no la excepción en la obra pública. Que el mérito, la honestidad y el trabajo bien hecho sean el único camino.

Así, en plena consonancia con la enseñanza de Confucio, se reafirma que gobernar con virtud y rectitud es la única vía para restaurar la confianza del pueblo y construir un Chiapas más justo, fuerte y digno.

Las y los servidores del pueblo que tenemos el honor y la responsabilidad de acompañar al Gobernador, Dr. Eduardo Ramírez Aguilar, en el ejercicio de la función pública, estamos llamados —y obligados— a predicar con el ejemplo. No solo por la instrucción clara del titular del Ejecutivo estatal, sino por convicción propia y por los principios que deben regir nuestro actuar: honestidad, integridad e imparcialidad.

Hoy más que nunca, debe resonar con fuerza en nuestra conciencia la sabiduría de Confucio:

“Gobierna al pueblo con leyes y castígalo con penas, y el pueblo se cuidará de no delinquir, pero no tendrá sentido de la rectitud. Gobierna con virtud y con el ejemplo, y el pueblo tendrá sentido de lo correcto y se corregirá.”

Con nuestras decisiones y conductas cotidianas debemos construir un gobierno que inspire, que eduque con el ejemplo y que genere confianza real en la ciudadanía. La transformación ética de la vida pública comienza por quienes estamos al servicio de Chiapas.

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