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Juan Manuel Asai

Puente de plata para el año que se va. No sea que se le ocurra regresar. Codicioso para el mal, el 2022 también se llevó a Pelé, que llevó en vida un apodo perfecto: Rey del Futbol.

Los diarios de ayer rebosan de fotos y datos sobre la extraordinaria carrera deportiva de Edson Arantes, que fue un niño y un adolescente prodigio del futbol que poco antes de cumplir 18 años de edad, cuando la mayoría de jugadores todavía no debuta en la primera división, Pelé ganó la Copa del Mundo en Suecia y de ahí para el real. Los datos son ilustrativos, pero no alcanzan a describir el embeleso de verlo jugar.

Como todos recuerdan en el Mundial de México 70, la afición nacional eligió a Brasil como su favorito para ganar la Copa. Fue una fiesta de tres semanas en Guadalajara culminada en la final en el Estadio Azteca con una goleada a Italia. Pelé comandaba un equipo de ensueño que hizo jugadas que no se han vuelto a ver. A partir de entonces se estableció un fuerte vínculo entre México y el Rey Pelé que marcó a muchos aficionados, entre ellos el que suscribe. Gracias a herramientas como el YouTube es posible ahora disfrutar de goles y jugadas de Pelé que antes no era posible conocer. Si tiene un rato búsquelo, quedará atónito con el alarde de talento.

Si ese impacto tuvo con los espectadores, imaginen el que tuvo con los jugadores que quisieron repetir sus hazañas dentro y también fuera de las canchas pues además de ser un jugador impar fue un buen ciudadano del mundo.

Antes de conocer la nota de muerte de Pelé, este artículo estaba destinado a reseñar lo complicado que fue el año 2022 para la vida pública del país, que termina enredada, polarizada, sin ruta clara para el futuro. El grupo gobernante llegará al año de las definiciones con un apetito peligroso de poder, explorando vías legales y extralegales para quedarse en el poder a costa de lo que sea.

El episodio más reciente, el de la renta de espectaculares por parte de legisladores de Morena que sabían que estaban violando la ley muestra sin duda que en la lucha política por venir no habrá regla que respeten y su único lema será agandallen sin miramientos. Otro ejemplo de que a la 4T le gusta la política de alcantarilla es la defensa de la ministra Yasmín Esquivel. El presidente no se anduvo con rodeos y dijo que quiere a Esquivel como presidenta de la SCJN porque es aliada de la transformación, porque ayuda a su causa política. Lo que es el colmo del cinismo, pero también ayuda a decir las cosas como son.

A lo largo del 2023 los demonios andarán sueltos, que triunfen o no será responsabilidad de las instituciones que estarán a prueba, comenzando por las electorales con elecciones para gobernador en el Edomex y Coahuila y una extraordinaria para senador en Tamaulipas, pero no solo ellas, sino también las de seguridad comenzando por la Sedena, Marina y la Guardia Nacional pero también las procuradurías, Las instituciones de salud se enfrentarán a finales de enero con el reto de la Sexta Ola del Covid, ojalá ahora sus decisiones se tomen con criterios científicos y no políticos.

También será un complicado desde el punto de vista económico. Ya todos los analistas lo han advertido pero la gente parece no asumirlo. La palabra recesión se repetirá hasta el cansancio. En fin, este es el último códice del 2022, que el año 2023 arranque de la mejor manera para todos.

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