La evaluación en la nueva escuela mexicana

Dr. José Antonio Ramírez Díaz

Los Procesos Evaluativos

En la actualidad la evaluación de los procesos formativos adquiere cada día mayor relevancia, es indudable que la evaluación representa el proceso y el producto de la intervención educativa; esto es, lo que los alumnos aprenden y cómo lo aprenden, lo que los profesores enseñan y cómo lo enseñan, los contenidos y los métodos. La actividad educativa de alumnos y profesores está trastocada en algún grado y momento por la evaluación.

En este contexto, las acciones evaluativas en la educación, permiten obtener información para fortalecer y consolidar los aprendizajes; para alcanzar los objetivos o propósitos del Plan de Estudios y para evidenciar las necesidades prioritarias que se deben atender para lograr la articulación entre saber y desempeño. Es decir, una actividad continua, un proceso integrador que genera, desde la reflexión de las experiencias, oportunidades formativas.

Para José Ma. Ruíz Ruíz (1996), el proceso de la evaluación se debe entender como un: “análisis estructurado y reflexivo, que permite comprender la naturaleza del objeto de estudio y emitir juicios de valor sobre el mismo, proporcionando información para ayudar a mejorar y ajustar la acción”.

Todos estos factores han venido reconceptualizando las acciones evaluativas al traspasar la frontera de la escuela para extenderla a la interacción social.

Históricamente en la práctica docente se han distinguido tres momentos de la evaluación:

Diagnóstica (Al inicio). Su utilidad es para obtener información sobre los conocimientos previos que un estudiante tiene sobre los contenidos que se desarrollarán en el proceso formativo.

El punto de partida para la intervención educativa, no es lo que el docente sabe, sino lo que el alumno sabe; bajo este precepto, el inicio de la acción formativa deberá orientarse en un primer momento a identificar las condiciones educacionales en que se encuentran los estudiantes; es decir, un proceso a través del cual el profesor conoce el estado o situación en que se encuentran sus alumnos con la finalidad de intervenir. El inicio de todo proceso educativo, debe ser una instancia evaluativa.

La evaluación diagnóstica, “… Es la primera (en el tiempo) de las evaluaciones formativas; por lo tanto, no incide en la calificación de los estudiantes ya que el objetivo primordial de las evaluaciones formativas “es determinar el nivel de dominio de un aprendizaje preciso (…); su sentido (…) es ayudar al profesor y al alumno a trabajar en un aprendizaje concreto que es necesario para orientarse hacia el logro de un nivel final (su carácter es valorativo y no sancionador). El propósito más claro de las evaluaciones formativas es el de proporcionar datos descriptivos que permitan incrementar el nivel de racionalidad en las decisiones que se van a tomar con relación a la programación…” (Luchetti:1998).

Formativa (Durante). Es aquella que se lleva a cabo durante el proceso de aprendizaje para valorar los avances que cada alumno muestra. Hace referencia a los procedimientos que el profesor sigue para adecuar el proceso didáctico a los procesos y necesidades de aprendizaje, teniendo en cuenta lo observado previamente.

Podría decirse que su finalidad es identificar los puntos débiles del proceso de aprendizaje más que exponer los resultados obtenidos. Los errores son utilizados para generar estrategias que ayuden a los estudiantes a superar las dificultades al ejecutar las actividades formativas propuestas.

Proporciona información respecto al proceso de enseñanza-aprendizaje, permitiéndo ajustarlo y reorientarlo. Tiene una función reguladora con doble retroalimentación: hacia el alumno y hacia el profesor. Se trata de una evaluación continua; una reflexión que acompaña los aprendizajes de los estudiantes y que forma parte de este mismo proceso.

Sumativa (Al final). Su propósito, es tomar decisiones relacionadas con la acreditación de los alumnos a través de diversas técnicas e instrumentos: guía de observación; registro anecdótico; diario de clase; listas de cotejo; escala de actitudes; entre otros.

La conceptualización de “evaluación” puede causar en algún momento confusión con el término de “calificación” por lo que es necesario clarificar estos conceptos:

  • La calificación se relaciona con un conjunto de productos finales que cada docente establece en su planeación didáctica para su trabajo escolar y que los tomará en cuenta en cada periodo de “evaluación formal” para la obtención de la calificación y acreditación respondiéndo a una lógica de la administración escolar.
  • La evaluación se refiere a manifestar el grado de desarrollo del proceso de aprendizaje en situaciones reales y escenarios (aula, escuela y comunidad) que permite apreciar la apropiación de los contenidos curriculares por parte de los estudiantes, así como el análisis y reflexión, para la toma de decisiones sobre su proceso.

 En síntesis, la evaluación permite que tanto el profesor como los estudiantes detecten las fortalezas para hacer consistentes los aprendizajes y las debilidades para cambiar los métodos, alcanzando una forma de retroalimentación.

La Nueva Escuela Mexicana (NEM)

La propuesta pedagógica de la NEM, está orientada a la transformación del Sistema Educativo Mexicano articulando la escuela, la comunidad y el territorio, al aula de clases mediante el trabajo por proyectos. A la práctica docente, aplicando la autonomía profesional y al alumno haciéndolo responsable de su propio aprendizaje.

El modelo educativo, contempla la evaluación desde un enfoque formativo. La evaluación del aprendizaje tiene como base la relación pedagógica de las maestras y los maestros con sus estudiantes en el marco del aula, la escuela y la comunidad, entendidos como espacios de interdependencia e interrelación para la construcción de saberes y conocimientos (SEP:2022). Es decir, es un proceso donde se valoran conocimientos, habilidades y actitudes.

La evaluación del aprendizaje en el enfoque formativo de la Nueva Escuela Mexicana propone como su principal función la retroalimentación mediante el diálogo maestro alumno donde se identifiquen logros y aspectos por mejorar, además de dificultades percibidas en el proceso enseñanza aprendizaje. El propósito no es reprobar, sino orientar las decisiones del maestro respecto del proceso de enseñanza en general. Cuando los maestros evalúan es con la finalidad de tomar decisiones acerca del tipo de adecuaciones que tendrían que hacer en su planeación de la clase (SEP:2022).

En este contexto, el Plan de Estudios 2022, hace el planteamiento y el desarrollo de la evaluación totalmente cualitativa. Paradójicamente, el Acuerdo número 10/09/23 por el que se establecen las Normas Generales para la Evaluación del Aprendizaje, Acreditación, Promoción, Regularización y Certificación de las alumnas y los alumnos de educación Preescolar, Primaria y Secundaria (DOF: 2023), determina establecer cuantitativamente una calificación numérica. Esto genera que los docentes caigan en confusiones o no comprendan cómo llevar los procesos valorativos y continúen con formas tradicionales de calificación. La forma en que los docentes perciben y desarrollan la evaluación, implica entender el enfoque que plantea la Política Educativa.

Es necesario establecer estrategias de formación continua de los colectivos docentes para su capacitación y actualización respecto a lo que propone la Nueva Escuela Mexicana sobre la Evaluación Formativa. Sensibilizar a las autoridades educativas para que no conviertan la evaluación formativa en un proceso administrativo. La calificación solo determina promoción, no el avance obtenido en los aprendizajes. No se debe establecer un juicio como un proceso sumativo de actividades, asistencias o conductas para sacar un promedio, sino interpretar evidencias que permitan valorar el avance de los aprendizajes.

La evaluación formativa prevista en la propuesta pedagógica de la Nueva Escuela Mexicana, debe ser congruente con una enseñanza regionalizada curricularmente; deben proponerse estrategias e instrumentos que evalúen aprendizajes en el contexto donde aprenden las y los estudiantes.

Se trata de implementar procesos de evaluación pertinentes con relación a las condiciones socioeducativas que permean los centros educativos para identificar problemáticas que sirvan como referencia para valorar los aprendizajes de los estudiantes, así como su impacto en las interacciones sociales que se desarrollan en la comunidad.

La evaluación es una parte fundamental en la intervención educativa; los resultados son insumos esenciales para tomar decisiones, fijar responsabilidades, establecer metas, definir criterios y determinar acciones que garanticen el avance en un proceso de mejoramiento para un aprendizaje coherente, pertinente y sostenible. Los profesores deben apropiarse y desarrollar el enfoque propuesto; la capacitación y actualización deberá otorgar el tiempo y atención suficiente para consolidar la puesta en marcha del Modelo Pedagógico de la Nueva Escuela Mexicana.

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