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De pachanguero a presidente municipal

Letras Desnudas

Mario Caballero

Bien dice el dicho que no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace su compadre. Y si en la matanza de una vaca se comparte la culpabilidad entre el que la mata y el que le agarra la pata, entonces los responsables de la ingobernabilidad que hay en el municipio de Tonalá son tanto los morenistas que impulsaron a Natividad de los Santos Miranda como el mismo presidente municipal, que sabe de política lo que cualquiera de nosotros de viajes espaciales.

El asunto aquí no es sólo de congruencia política e ideología partidista, sino también de aptitud y honorabilidad. Situación de la que Morena no puede desligarse y menos todavía excusarse.

En primer lugar, es preocupante que nadie en el partido gobernante se haya pronunciado respecto a los gravísimos señalamientos de corrupción contra Natividad de los Santos, quien desde que llegó al poder se está sirviendo con la cuchara grande y desdeñando los reclamos de la sociedad a la que prometió servir y velar por sus intereses.

Si Morena obtuvo la confianza de los ciudadanos a partir del discurso anticorrupción, debería actuar en consecuencia cuando uno de sus gobernantes es señalado de desviar recursos públicos en beneficio personal. Empero, su actitud indiferente no es muy congruente con sus promesas de instaurar gobiernos honestos y responsables con los dineros de la gente.

En segundo lugar, y no menos importante, ¿qué hace impulsando a personas incompetentes y sin oficio político si el principal objetivo del movimiento, como muchas veces lo ha repetido el presidente Andrés Manuel López Obrador, es cambiar la vida pública del país?

No digo que esté mal el que haya respaldado proyectos políticos surgidos desde la sociedad. Todo lo contrario, fue plausible que haya abierto la participación política a los ciudadanos, pues la ciudadanización de la política era una deuda pendiente.

Es decir, ante la ineficacia y los múltiples yerros de los políticos profesionales, venía siendo la hora de que las personas de a pie, los que conocen verdaderamente las necesidades y los problemas de su comunidad, ocuparan los cargos públicos.

Sin embargo, era deber de los partidos intervenir en este proceso, fungir como instituciones formadoras, donde las personas interesadas en ocupar cargos en la administración pública se capacitaran y profesionalizaran.

Morena no lo hizo en muchos casos. Al parecer, se dedicó a impulsar a cualquier gente sin meditar en las consecuencias. Quizá por amistad o compadrazgo. Y los malos resultados de sus ahora gobernantes le estarán cobrando en las urnas un alto costo político. No podemos soslayar que por lo mismo su credibilidad se ha dañado y que está defraudando la confianza de sus simpatizantes y electores.

EL DEL SOMBRERO

Ahí que haya tomado dos máximas de la sabiduría popular para ilustrar desde el inicio este comentario: Morena hizo su compadre a Natividad de los Santos y ahora está siendo culpable de matar a la vaca, en este caso el municipio de Tonalá.

¿Pero qué ha hecho el presidente municipal para que el partido gobernante tenga que pronunciarse e incluso exigirle cuentas claras de su desempeño? A la verdad, no sólo se trata de lo que ha hecho, sino también de sus omisiones como autoridad y sus execrables abusos de poder.

Ya antes habíamos hablado que Natividad de los Santos podría haber cometido durante su primer año de gestión un desfalco al erario municipal por arriba de los 100 millones de pesos, que fue el causante de que decenas de familias enfermaran de salmonelosis por no haber atendido la contaminación de la Bahía de Paredón y que mientras él se embriaga por todas las cantinas de Tonalá, deja que su hijo Felipe de Jesús se encargue de cobrar los diezmos a las constructoras, de asignar los contratos de obra a empresas ligadas a su familia y de hacer negocios con las comercializadoras y empacadoras de mango que operan en la región.

Nada más con eso se observa la incompetencia, negligencia, nepotismo, valemadrismo y la corrupción que ha caracterizado a este alcalde, que cree que la cabeza sólo sirve para ponerse el sombrero. Por desgracia, no es todo.

HAY MÁS

Antes de entrar en detalles, revisemos que el comportamiento cerril e inútil de Natividad de los Santos tiene su razón de ser.

Como primer punto, no es un político propiamente dicho y carece de una formación profesional ad hoc a sus responsabilidades actuales.

En Tonalá es conocido por ser un popular músico barriobajero que ameniza fiestas de cumpleaños, bodas, quince años y bautizos con su grupo musical, llamado “Nati y su excelencia”.

De tal manera, ¿debería extrañarnos su conducta? Para nada. No es lo mismo gobernar y hacerse cargo del bienestar de todo un pueblo que animar pachangas y bailongos. Como dice el dicho, “zapatero a tus zapatos”.

Ahora, al grano.

Aparte del claro escamoteo de los recursos públicos y los sueldazos que percibe la gente del círculo íntimo del acalde, están los bonos de productividad y los excesivos pagos por asesoría.

Fuentes de este columnista han filtrado documentos del Avance de la Cuenta Pública 2022, que constatan que De los Santos Miranda ha aprobado pagos para sus asesores que van desde los 30 mil hasta los 98 mil pesos mensuales.

Por si fuera poco, en estos documentos se describe que el gasto en obra pública a noviembre de 2022 era de poco más de 8 millones de pesos, en tanto en su Informe de Gobierno Natividad aseguró que lo invertido en este rubro durante ese mismo año fue por más de 126 millones de pesos. ¿Dónde está la diferencia?

Asimismo, miente al decir que entregó apoyos a las comunidades del municipio por la cantidad de 2 millones 517 mil 768 pesos con 60 centavos. Pues en noviembre precisamente un grupo de agentes municipales denunció que Natividad no había puesto un pie en las comunidades, que nunca se acercó a ellos para construir un plan de trabajo en conjunto y que los únicos apoyos entregados por su gobierno a unas cuantas familias habían consistido en el reparto de ollas de barro y pollitos.

Y hay más. El alcalde del sombrero se jacta de haber apoyado con donaciones millonarias a asociaciones civiles y culturales, también de realizar una inversión para el mejoramiento del mercado municipal por un monto por arriba de los 600 mil pesos. No obstante, el Comité del Mercado lo desmiente al señalar que varias veces lo buscó en su oficina para pedirle apoyo para la pintura del inmueble, pero se los negó.

¿HASTA CUÁNDO?

En fin, la ingobernabilidad en Tonalá y la corrupción que campea en el municipio tiene un responsable directo: Natividad de los Santos Miranda. Pero los que lo impulsaron para alcanzar tan alto cargo, también tienen su parte de culpa.

Así, mientras Morena y sus líderes sigan dejando que este corrupto, briago e incompetente presidente municipal siga enriqueciéndose a manos llenas, dilapidando los recursos y agravando los problemas de la localidad, será una causa morenista, que pesará en la credibilidad del proyecto de transformación y en el apotegma ideológico del partido de “no robar, no mentir y no traicionar”, que en casos como éste parece ser sólo letra muerta.

@_MarioCaballero

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