Ver a la OTAN y poner las barbas a remojar: Ciberresiliencia

Pongamos todo en perspectiva

Carlos Villalobos

Hablar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, para fines prácticos OTAN, normalmente tendría que remontarnos a pensar en tanques, armamento, defensa balística y todo lo relacionado con la guerra en el mundo actual. Dicha organización está compuesta por miembros que «buscan la defensa y la paz en Europa y América del Norte», sin embargo, con el aumento de la digitalización de la vida han volteado a ver al internet.

Aunque desde su fundación en la Segunda Guerra Mundial buscara la estabilidad y seguridad de la región, con sus notables matices hoy el campo de guerra parece haber encontrado un nuevo escenario: el internet. En un principio esta alianza busca «el diálogo», ciertamente la historia nos ha demostrado que la OTAN ha gestionado más crisis, pero sobre todo la cooperación multilateral para promover la materia en seguridad y defensa.

Con esto en mente y un mundo más conectado, las redes, el internet y el ciberespacio se han convertido en una arena pública que, mientras en un principio buscan acercarnos y expandir nuestros horizontes, lo cierto es que se han encontrado problemas que impactan en nuestras sociedades como las noticias falsas y los ciberdelitos.

Un ejemplo práctico de la importancia que tiene el internet, incluso en países como México, se encuentra en el impacto económico que tiene en nuestras vidas. Tan solo en nuestro país, de acuerdo a la Asociación Mexicana de Ventas Online, el comercio electrónico en México en 2021 produjo 401.3 mil millones de pesos, con todo y el impacto de la pandemia.

En el mundo, navegar por internet se ha vuelto tan común como respirar o parpadear, provocando que ciberdelincuentes, y hasta terroristas de la red, vean en esta arena pública un objetivo formidable para satisfacer sus intereses, aunque estos sean meramente económicos o ideológicos.

A pesar de que en el país nos parecen extremadamente lejanos los ataques a infraestructuras gubernamentales, lo cierto es que ataques como los que han sido blanco de entidades públicas federales como Petróleos Mexicanos, partidos políticos como el Partido Revolucionario Institucional y hasta municipios medianos, han revelado la importancia que tiene atender este tema en un mundo cada vez más conectado.

Hoy se debe proteger más allá de las patrullas, armas y blindajes.

La OTAN recientemente ha inaugurado una célula que se encargará de realizar «patrullajes» a infraestructuras de sus aliados, principalmente para evitar sobresaltos que puedan derivar en ataques directos a instalaciones enteras o a bases de datos sensibles.

De acuerdo a la comunicación oficial emitida por la propia alianza internacional, la Unidad de Ciberresiliencia de Infraestructuras Críticas buscará ser el puente entre el sector industrial, público y privado para poder salvaguardar infraestructura crítica (como gasoductos, oleoductos, cables de datos, infraestructura energética y de telecomunicación) con el fin de que desde la prevención se proteja la realidad.

La ciberresiliencia ya ha sido un tema que hemos abordado desde este espacio en otras ocasiones, pero es relevante destacar que se refiere a la capacidad de una organización o sistema para resistir, adaptarse y recuperarse de ataques cibernéticos o eventos adversos. Es una medida preventiva y proactiva que busca fortalecer la capacidad de respuesta y mitigación de posibles amenazas en el ciberespacio.

La OTAN reconoce que la ciberseguridad es una parte fundamental de su enfoque en defensa y seguridad, ya que un ataque cibernético puede tener consecuencias devastadoras en la infraestructura crítica, la economía y la sociedad en general. Por lo tanto, la creación de esta nueva unidad de ciberresiliencia es un paso importante para hacer frente a los desafíos emergentes en el ciberespacio.

Esta unidad de ciberresiliencia de infraestructuras críticas se centrará en la identificación y evaluación de vulnerabilidades, la implementación de medidas de protección, la monitorización y detección temprana de amenazas, así como en la capacitación y concientización en ciberseguridad. Además, trabajará en estrecha colaboración con otros organismos y agencias relevantes, tanto gubernamentales como privadas, para promover la cooperación y la coordinación en la protección de la infraestructura crítica.

Es importante destacar que la ciberseguridad es una responsabilidad compartida entre los gobiernos, el sector privado y los ciudadanos. La protección de la infraestructura crítica no se limita a las acciones de la OTAN o de los gobiernos, sino que requiere una acción conjunta y coordinada de todos los actores involucrados.

La concientización y educación en ciberseguridad, así como la implementación de medidas de protección adecuadas en todos los niveles, son esenciales para garantizar la ciberresiliencia y la seguridad en el ciberespacio.

La creación de la Unidad de Ciberresiliencia de Infraestructuras Críticas por parte de la OTAN es un paso importante en el fortalecimiento de la ciberseguridad y la protección de la infraestructura crítica en un mundo cada vez más conectado.

Es fundamental que se promueva la cooperación y la coordinación entre los distintos actores involucrados para hacer frente a los desafíos emergentes en el ciberespacio y asegurar la ciberresiliencia de las infraestructuras críticas.

La protección del ciberespacio es una tarea de todos, y requiere un enfoque integral y colaborativo para asegurar un entorno seguro y confiable en línea.

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