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Puntos Fiscales

José Luis León Robles                                     

dj_drdead@hotmail.com

Muy buenos días distinguidos lectores, después del Partido de México contra la selección de Polonia, que a muchos no nos gustó ni pareció la actuación de nuestro representativo nacional, hoy mas que nunca la fiebre del mundial hace por un momento olvidarnos de todos los problemas que nos aqueja, y con ello existen algunas voces diciendo que, en lugar de gastar tanto dinero en un mundial de esos países, mejor debieran hacer un mundial para ayuda de la humanidad. Lo relevante de este tema es que el fútbol ya ha cambiado. Se pude decir que los equipos siguen formando parte del patrimonio cultural y sentimental de las ciudades y las selecciones, despiertan pasiones, se pueden considerar un símbolo nacional más. Pero más allá de esta dimensión cultural, las últimas décadas han estado dominadas por la relevancia de la dimensión económica y mediática de este deporte. A este tema se le debe agregar los llamados paralelismos entre la economía, las finanzas y el fútbol son evidentes. Se dice que el fútbol es un negocio financiero, esta economía no ha sido ajena a las condiciones económicas mundiales, tomando en cuenta sobre todo la clase media, los clubes medios. El fútbol también se vio obligado a vender activos, realizar una devaluación interna y apoyarse en las exportaciones. Muchos de nosotros sabemos que los ingresos provienen de la recaudación en los estadios, los patrocinadores y los derechos de televisión, pero no siempre es fácil descifrar las lógicas e intereses que se esconden detrás de ellos. Según un portal de Internet, entre las cinco grandes ligas europeas se encuentra la Premier inglesa y la Bundesliga alemana ocupan año tras año las primeras posiciones de asistencia a sus estadios, por encima de la Liga española y la francesa. La Serie A italiana se sitúa en quinta posición con un 60%. Alemanes e ingleses llenan sus estadios, pero su éxito se basa en modelos diferentes. Cabe mencionar que los clubes alemanes no han subido las entradas a pesar del aumento de la demanda del público y mantienen unos precios asequibles. Por ejemplo, los clubes de socios cumplen la legislación alemana que les obliga a mantener la mayoría del control de su marca, con ello evitan la entrada de propietarios oligarcas y reforzando la identificación de los alemanes con sus equipos. La Premier, con un reparto de los derechos de televisión más equilibrado, ha generado una competición más igualada que despierta más interés entre sus seguidores y, por lo tanto, mayor afluencia a los estadios. Esta claro que la economía del fútbol está en constante cambio, la gran influencia de los países está sustituyendo a las grandes marcas comerciales, pero sus inversiones presentan diferentes características. Por ejemplo, en el Oriente Medio, la táctica de diversificación de su economía desde el petróleo (Emiratos Árabes Unidos) o el gas (Qatar) al turismo y al ocio se combina con otros intereses. La Fundación Qatar, anterior patrocinador del Barcelona, pagó al club catalán muchos millones de euros. Los patrocinadores son lo que están moviendo la economía de los equipos de fútbol, o sea que las entradas en los estadios únicamente son para el mantenimiento del mismo. Por ello la importancia de buscar patrocinios, destaca, por otra parte, la influencia del Abu Dhabi United Group, propietario del Manchester City y el New York City entre otros, todos patrocinados por Etihad. Fly Emirates es la marca con más equipo patrocinados entre los 50 más relevantes de Europa, seguido por Etihad y Qatar Airways, que han apostado por los gigantes futbolísticos europeos (Real Madrid, Milán, Roma, Arsenal). El gran negocio del fútbol ha permitido lograr establecerse como un deporte de control en el propio gobierno, y aunque por ejemplo en nuestro país al ejecutivo federal no muy le agrada el fútbol, sino el beisbol, entonces con la independencia de gusto, de alguna manera se sigue en el trayecto de sus antecesores de ir en la línea del futuro mundial que se realizará en nuestro país, y que tendrá una derrama económica que de forma indirecta nos beneficiará. Agradezco como siempre su amable atención a esta que es su columna, y si el creador nos lo permite, nos estaremos leyendo la siguiente semana.

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