Militares y agentes migratorios le pisan los talones a los migrantes que este viernes llegaron a Arriaga
José Cancino / Arriaga
La caravana migrante avanzó este viernes de Tonalá a Arriaga, en una ruta que les llevó más de 24 kilómetros en carretera.
Cabe destacar que durante su estancia en Tonalá, trabajadores del ayuntamiento tonalteco, DIF municipal, así como personal de salud de los tres órdenes de gobierno, integrantes de Protección Civil y Seguridad Pública de diversas corporaciones, apoyaron a los miembros de la caravana migrante para descansar antes de retomar el camino.
En medio de la tensión, tras el fuerte enfrentamiento con la Guardia Nacional, los migrantes optaron por tomar tráileres, camiones y hasta camionetas particulares para trasladarse con mayor rapidez. Esto provocó que el grupo conformado por unas 3 mil 500 personas se dispersaran aún más y diera oportunidad a agentes migratorios de detener a algunos cuantos que quedaron vulnerables sobre esta ruta.
A las 17:30 horas de este viernes, un fuerte despliegue de guardias nacionales y agentes del INM se posicionó en la caseta de inspección migratoria, ubicada a unos cinco kilómetros de la demarcación urbana de Arriaga.
Los agentes federales detuvieron varios vehículos en los que se trasladaban los extranjeros, lo que generó un conato de enfrentamiento entre ambos bandos.
Pasados unos 30 minutos, los uniformados se retiraron del punto y dejaron avanzar al contingente que comenzó a ingresar a Arriaga, el último municipio de Chiapas antes de ingresar a territorio oaxaqueño.
Los migrantes llegaron agotados a este municipio localizado a más de 247 kilómetros de Tapachula, de donde partió este contingente el pasado 23 de octubre.
El grupo ha disminuido tras el intento de encapsulamiento de la Guardia Nacional, que provocó la detención de un centenar de migrantes y que muchos más se dispersaran hacia comunidades y otros puntos ante el temor de ser detenidos.
Este sábado la caravana descansará en Arriaga y a través de su dirigente, Irineo Mujica, decidirán si toman la ruta hacia Oaxaca o comienzan a escalar aún por Chiapas para conectar con Veracruz.
“Sabemos que en Oaxaca podría venírsela represión total por parte de la Guardia Nacional, por eso estamos conciliando la manera en que vamos a seguir avanzando, no nos van a parar, no nos vamos a detener”, expuso el director de Pueblo sin Fronteras.
En el contingente viajan más de mil niños y un aproximado de 70 embarazadas, lo que hace aún más vulnerable a este grupo de extranjeros en tránsito por el sur de México.
