- Conocida también como la Ermita del Señor Manuel Niño Salvador
- Tradiciones como la rameada con hoja de caoba están suspendidas
- Aún celebran la tradicional vela del cuerpo de Cristo y la ensarta de flor de mayo
Marco Alvarado/ Diario de Chiapas
La Ermita del Señor Manuel Niño Salvador, también conocida como la Ermita del Cerrito, es el último reducto zoque en Tuxtla Gutiérrez, y en Semana Santa es uno de los puntos de reunión para los que quieren conmemorar la pasión de Cristo.
Por estar aún en un contexto de pandemia, tradiciones como la rameada con hoja de caoba están suspendidas, no así la tradicional vela del cuerpo de Cristo y la ensarta de flor de mayo, como lo explica la actual albacea de esta ermita.
Los asistentes a la actividad litúrgica son testigos de una tradición viva del pueblo zoque, producto del sincretismo con las creencias católicas, que combina aspectos locales, como la repartición del pozol entre los asistentes y la coronación de flor de mayo, que se hace durante el Calvario, del viernes santo.
Festejos similares se realizan en la Mayordomía Zoque que se ubica en Copoya, al sur de la capital, pero esta ermita en Tuxtla Gutiérrez, fundada hace más de un siglo, aún conserva los aspectos esenciales de esta comunidad, que se sostiene con la cooperación y asistencia entre sus fieles.
Desde el siglo XIX, según datos que aparecen en la capilla, se realizan actividades relacionadas con esta liturgia católica, a cargo de los priostes de la Semana Santa que le sirven a la imagen del Cristo Manuel Niño Salvador, y por ello reciben a la imagen en su casa, por el tiempo en que se desempeñan como priostes.
