Ello agravó la crisis del tejido social; llama a la colaboración grupal para que los grandes proyectos que necesita Chiapas sean una realidad
Marco Alvarado / Diario de Chiapas
La pérdida del sentido comunitario agravó la crisis del tejido social, que hoy más que nunca se necesita rescatar para hacer frente a la violencia, expresó el Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, José Francisco González González, en su mensaje al concluir la celebración litúrgica en la Catedral Metropolitana de San Marcos.
“En los pueblos todavía hay ese sentido comunitario, que no debemos dejar que se pierda, porque la comunidad nos hace fuertes, y estando juntos podemos hacer frente a los desafíos y salir adelante”.
En este sentido, hizo un llamado a la colaboración grupal para que los grandes proyectos que necesita Chiapas sean una realidad, y que tengan un beneficio para toda la comunidad.
Unidad que, agregó, también es indispensable para los grandes temas que están pendientes en el estado, como la educación, salud, el cuidado del medio ambiente, la protección del derecho humano al agua, entre otros.
“Cuando estamos aislados, divididos, somos vulnerables, por eso el llamado es a recuperar el sentido comunitario, porque precisamente necesitamos eso”, destacó.
Agregó que un aspecto en el que hoy hace tanta falta esta visión comunitaria es la situación de miles de personas que por necesidad, huyen de la violencia y sueñan con una mejor vida, empezaron a caminar desde distintos países para llegar a Estados Unidos, un sueño que hoy es casi imposible.
“Tuvimos una reunión bilateral para abordar el tema de la movilidad humana, sobre todo ahora que hay un discurso alarmante de odio, de xenofobia, a quienes se les marca como criminales, se les retorna sin importar si tienen recursos, se les persigue, olvidando que están huyendo de extrema violencia y extrema pobreza”.
González destacó el llamado de los obispos a terminar con esta criminalización sistemática, actualmente muy difundida, que presenta a toda la población en tránsito migratorio como un peligro, lo cual no se corresponde con el objetivo de la mayoría, que sólo están buscando trabajar y mejorar sus condiciones de vida.