- Especialistas afirman que este año el fenómeno es el más potente en la última década.
José Cancino / Diario de Chiapas
El actual fenómeno del polvo del desierto del Sahara podría llegar a Chiapas a finales de marzo y principios de abril, ya que en estos momentos España y sitios circunvecinos resienten afectaciones por la dispersión de tales partículas.
Según el Barcelona Dust Regional Center de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), España está cubierta por el polvo procedente de este desierto, ya que se trata del año “más importante” tanto por su extensión geográfica como por su intensidad de los últimos diez años.
A consecuencia de esta intensidad, el polvo ha alcanzado los cielos de Francia y Portugal, por lo que no se descarta que arribe por los fuertes vientos de mar a territorio mexicano y chiapaneco.
Aunque hasta el momento ninguna autoridad mexicana ha confirmado la posible llegada de este fenómeno, en años anteriores se ha resentido de forma mínima dicho evento natural.
En mayo de 2021, Diario de Chiapas constató la presencia de este fenómeno en la frontera con Guatemala, en municipios como Tuxtla Chico, Unión Juárez y Cacahoatán.
La “calima”, como también es conocido este fenómeno, consiste en el desplazamiento de nubes desde África por los vientos alisios y una parte de estas avanza por las islas Canarias y afecta a España, Portugal y Gran Bretaña; mientras que otras van por el Atlántico y llegan al mar Caribe, hasta desplazarse al continente americano.
Entre los elementos arrastrados por los vientos de África, se incluye una cantidad de fósforo, que es considerado como un nutriente esencial para el crecimiento de la selva amazónica.
Dentro de las consecuencias por el contacto directo con las partículas de polvo, se encuentran infecciones y cuadros de enfermedades respiratorias; la salinización de los suelos, generación de mareas rojas en los océanos y muerte de organismos marinos, así como la inhibición de formación de nubes y disminución de las gotas de lluvia.
El polvo del desierto de Sahara logra viajar hasta 7 mil 500 kilómetros desde su punto original, lo que representa un mínimo riesgo para la población mexicana, en caso que el fenómeno se presente.
