Fabio Martínez Castilla dijo que ante la indignación por las muertes que se registran en el país, la Iglesia trabaja en talleres para los agentes pastorales
Marco Alvarado/Diario de Chiapas
Ante el aumento de la criminalidad, la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez trabaja en talleres y capacitaciones para los agentes de pastoral, en cuatro proyectos concretos: jóvenes artesanos de paz; grupos de apoyo a mujeres en situación de violencia doméstica; escuelas de perdón y reconciliación y los centros de escucha, comentó el Arzobispo Fabio Martínez Castilla.
Esto en referencia a “las indignantes” muertes que se registran a diario, unas más conocidas que otras, pero que siembran más dolor en el país, uno de los casos más recientes, el asesinato de dos sacerdotes jesuitas misioneros en la diócesis de la Tarahumara, al interior del templo parroquial de Cerocahui, y de una persona de la misma comunidad.
Martínez de Castilla destacó que las acciones que realizan tienen como finalidad favorecer la sanación de las heridas emocionales de las víctimas de las violencias, incrementar la resiliencia y el sentido de vida, y la prevención de futuras violencias debido a los resentimientos, el rencor y el deseo de venganza.
“Ante la sostenida realidad de violencia, los obispos de México hemos manifestado nuestra profunda preocupación por el sufrimiento de nuestro querido país; vemos con una gran tristeza la pérdida de miles de vidas inocentes que llenan de luto a familias enteras. El crimen se ha extendido por todas partes trastocando la vida cotidiana de toda la sociedad”.
También retomó el posicionamiento de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que esta semana pidió un cambio en la estrategia de combate al crimen organizado, “a nivel nacional insistimos en el llamado a todo el pueblo a sumarse en los trabajos por concretar un proyecto de paz”.
En este sentido, comentó que todo esfuerzo por la paz es una luz de esperanza ante esta descomposición del tejido social “así lo hemos reflexionado durante estos días en el X Encuentro Mundial de las familias que se ha estado celebrando en Roma y en la diócesis de todo el mundo. Los frutos de esas reflexiones tendrán que llegar a todas nuestras familias para que nos sirvan de guía en la vida cotidiana”, comentó.
