Jeny Pascacio / Diario de Chiapas
México se ha convertido en país de destino para personas obligadas de huir de sus países por motivos de violencia y violaciones de derechos humanos. A dos años del convenio entre la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el Instituto Federal de la Defensoría Pública (IFDP), al menos 400 casos de personas refugiadas y solicitantes de asilo han recibido orientación, asistencia y representación jurídica.
¿Cuales son los objetivos del convenio ACNUR-IFDP? Sentar precedentes judiciales relevantes que han servido para mejorar la homologación de los criterios jurídicos aplicados a nivel nacional con los estándares internacionales en la materia.
Ampliar la disponibilidad de opciones para representación legal en la mayoría de las ciudades principales del país y en sitios donde hay presencia de personas con necesidades de protección internacional o tránsito de flujos de personas.
Esto provoca que personas solicitantes de asilo y refugiadas tengan más posibilidades de acceder plenamente a sus derechos fundamentales y, por ende, integrarse en el tejido social e institucional mexicano, ser agentes de cambio y enriquecer a las comunidades de acogida en donde habitan, dijo el representante de ACNUR en México, Mark Manly, en un evento virtual.
Resaltó la importancia de esta alianza estratégica con el IFDP para implementar parte de lo que establece el Pacto Mundial sobre los Refugiados en relación a la necesidad de incluir a las personas refugiadas y solicitantes de asilo en el marco institucional existente en cada país y en este caso para el tema de la instancia que brinda representación jurídica es este Instituto.
“Esto ha fortalecido la capacidad del IFDP para atender a las personas en movilidad. Cuando llegamos había 9 abogados especializados en esta materia y ahora tenemos 40 abogados con 40 oficiales litigando estos asuntos”, agregó el director general del IFDP, Netzaí Sandoval Ballesteros.
Lamentó que existan prejuicios hacia las personas refugiadas y migrantes, quienes dijo “en cualquier parte del mundo deben de tener todos los derechos y lamentablemente en nuestro país estamos lejos esto. Muchas veces son recibidos como invasores, como gente peligrosa que perjudica a la economía y son prejuicios muy lamentables que no tienen ningún sustento. El ACNUR ha demostrado cómo los migrantes han terminado siendo un beneficio para las economías de los países donde son recibidos”.
