Enrique Buenrostro / Diario de Chiapas
Como dice el refrán “más vale pájaro en mano que cientos volando”, el delegado del INM en Chiapas, Carlos Alberto Santiago Hernández, se ha ganado el apodo de “Tío Lolo” debido a que la presencia de migrantes en los parques de Tapachula ha disminuido significativamente. Esto se debe a que los extranjeros han tomado la decisión de continuar su camino en caravanas para alcanzar el “sueño americano” y no quedarse atrapados en Tapachula.
“Al principio nos ofrecían una FMM para permanecer en Chiapas por 30 días, lo cual nos pareció muy bueno porque podíamos andar por Tapachula sin problemas para hacer nuestro trámite. Pero en los últimos dos meses, solo nos daban largas y nos obligaban a pagar para poder avanzar. Los que tenían dinero, claro que pagaron y se fueron, pero la mayoría no tiene dinero y nos quedamos atrapados”, señaló Leiver, quien viaja con su familia.
Según los activistas, Tapachula se ha convertido en una verdadera cárcel migratoria donde solo se puede salir pagando. Sin embargo, esa fuente de ingresos para el delegado Carlos Alberto Santiago Hernández y sus colaboradores se está agotando. ¿O ya hizo el negocio del año?
Pero como dice el refrán, “más vale pájaro en mano que cientos volando”. El delegado del INM en Chiapas finge ignorar la salida de las caravanas de migrantes de Tapachula, pero nada ni nadie puede detenerlos. Incluso utilizan el transporte público y el tren para llegar a su destino, primero a Oaxaca donde buscan el apoyo del padre Solalinde para obtener un permiso de tránsito. Su intención no es quedarse en México, sino llegar a Estados Unidos en busca de una vida mejor para sus familias.
Según los activistas, hacerse el “Tío Lolo” es solo una distracción. Mientras los ojos y los oídos se concentran en las caravanas, el delegado Carlos Alberto Santiago Hernández recauda grandes sumas de dinero cobrando a los migrantes hasta 20 mil dólares para permitirles el paso libremente en camiones, tráileres e incluso aviones.
