Divorcio entre Garduño y activistas

M d R / Diario de Chiapas
Con la culminación del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, también se acabó el amor que muchos funcionarios profesaban. Tal es el caso del ahora excomisionado del Instituto Nacional de Migración (Inami), Francisco Garduño Yáñez, con los activistas defensores de los derechos humanos.
Y es que al dejar el cargo e irse a “La Chingada”, rancho de su amigo Andrés Manuel López Obrador, Garduño Yáñez se fue a la yugular del padre Alejandro Solalinde y muchos más, señalándolos con índice de fuego y acusándolos de “polleros”.
Lo cierto es que son los mismos funcionarios del Inami quienes ponen toda clase de obstáculos para que los extranjeros puedan regularizar su situación migratoria en México, haciéndolos caer en la desesperación y coaccionándolos para que paguen por un servicio que se supone debería ser totalmente gratuito.
Desde las oficinas centrales llega la instrucción a las oficinas de Regulación Migratoria, para saber a quiénes les darán las credenciales de visa humanitaria que les permiten viajar en toda la república, es por eso que migrantes entran en desesperación y forman las caravanas, al no poder pagar las tarifas que pone el cartel del Inami.
Los funcionarios corruptos se las ingenian para sacar ventaja ante cualquier situación, ya que por un lado les venden la documentación y por otro cobran al erario, simulando la atención a migrantes a quienes supuestamente les proporcionan autobuses para trasladarlos.
Cabe señalar que las empresas de autobuses que brindan los servicios de movilización al Inami, son propiedad de los mismos funcionarios como Francisco Garduño y Héctor Leoncio Martínez Castuera, solo por mencionar algunos. Ahora se quieren lavar las manos culpando a propios religiosos y activistas, cuando supuestamente mantenían coordinación estrecha para la atención de migrantes.
Según el Comisionado Francisco Garduño ya tiró la toalla, dejando a su escudero Héctor Martínez Castuera, coordinador general de las Oficinas de Representación, a cargo del putrefacto Inami.
Entre los corrillos del Inami se ventila que es el mismo Martínez Castuera es el encargado de hacer el trabajo sucio, en contubernio con Andrés Vidal, director de Regulación del Inami. El activista Luis Villagrán ha presentado múltiples denuncias, pero lamentablemente todo sigue igual o empeorando.
Con Héctor Martínez Castuera ahora al frente del Inami, seguirá haciendo mucho daño y alentando los actos de corrupción, afectando a la política que traerá el nuevo comisionado, oriundo de Puebla, por lo que urge el llamado a la Presidenta Claudia Sheinbaum para que no se deje sorprender, expresó el religioso Presbítero Alejandro Solalinde, quien fue llamado por Garduño “el Pollero de Dios”.

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