• Spotify
  • Mapa Covid19

Dr. Guillermo Flores Flores drguiff@yahoo.com.mx drguiff@gmail.com

Opinión Médica

Que tal queridos lectores como siempre es muy grato saludarlos y compartir con ustedes algunas líneas en este caso de una enfermedad muy interesante, relativamente frecuente y que tiene algunos aspectos enigmáticos en cuanto a su descubrimiento. Me refiero a la llamada enfermedad de Hodgkin, que si bien corresponde a una neoplasia maligna que tiene localización en los ganglios linfáticos, generalmente de la línea media del cuerpo, cuando se compara su comportamiento con otros tumores malignos de ganglio linfático, tiene un comportamiento menos agresivo que otras enfermedades de la misma localización, en particular cuando se comparan con los linfomas No-Hodgkin. Desde el punto de vista de su historia, destaca el hecho de que se descubre a la enfermedad de Hodgkin en la primera mitad del siglo XIX, por un célebre investigador ingles muy comprometido con las enfermedades de los ganglios linfáticos, Sir Tomas Hodgkin.
Las primeras observaciones de esta enfermedad mostraron que afectaba a los ganglios linfáticos del cuello, del mediastino y del retroperitoneo, es decir principalmente el tejido del cuerpo humano de localización central, sobre la línea media del eje corporal. A final de cuentas cuando observamos la distribución de los tumores malignos sobre el cuerpo humano podemos notar que para cada uno de ellos podemos identificar un mapa de distribución, relacionado con el tiempo que la enfermedad ha pasado dentro del cuerpo humano y que se comporta como una huella digital. De tal manera que con el conocimiento de estos mapas de distribución de la progresión de la enfermedad maligna podemos identificar a cada una de ellas y comprobar que lo históricamente se ha llamado la clínica de la enfermedad o el comportamiento clínico de la mismo, sin requerir gran tecnología ni cantidades industriales de estudios muchas muy costosos, nos permiten con un poquito de inteligencia, buen juicio y sentido común identificar a las enfermedades que están frente a nosotros.
Pues esto fue lo que paso con Tomas Hodgkin, descubrió una enfermedad como ya mencionamos con tendencia a afectar los ganglios del cuello, y de la línea media del cuerpo con cierta selectividad por el género femenino y curiosamente acompañado de fiebre, con o sin pérdida de peso y con una evolución relativamente indolente durante meses o algunos años. Esta fiebre en ocasiones no muy marcada causo mucha confusión en la caracterización de la enfermedad ya que muestra un gran parecido con lo que ocurre con la tuberculosis pulmonar, primera causa de diagnóstico diferencial de la enfermedad de Hodgkin.
Tomas Hodgkin también notó que después de esta fase de fiebre, pérdida de peso y localización en los ganglios del cuello por un periodo de meses o algunos años, relativamente indolente, generalmente se presentaba una fase más agresiva, durante la cual los síntomas mencionados se hacían más graves y más persistentes en las personas afectadas. Ya en esta segunda fase se hacía posible descubrir que la pérdida de peso era más notable al grado de que los pacientes se veían ahora si moderada o severamente enfermos, con persistencia de la fiebre y ahora si no necesariamente de predominio vespertino sino más generalizada. Junto con la fiebre generalmente aumentaba la pérdida de peso haciéndose más evidente la presencia de enfermedad importante.
Curiosamente, Tomas Hodgkin también percibió en esa época que había otra enfermedad con una gran semejanza clínica con lo que el llamo enfermedad de Hodgkin, esta enfermedad era la tuberculosis ganglionar, que también podía afectar ganglios linfáticos de varias partes del cuerpo, pero mostraba también cierta preferencia de los ganglios del cuello, fiebre vespertina y pérdida de peso en proporciones variables, con una característica un poco más propia de la tuberculosis, había cierto grado de desnutrición.
Al poco tiempo, Tomas Hodgkin trabajó en la caracterización microscópica de la enfermedad que lleva su nombre y ya en ese tempo noto un problema que hoy en día se presenta de vez en cuando. Descubrió que algunas formas de esta enfermedad eran difíciles de distinguir de la tuberculosis cuando se observaban al microscopio ya que la tuberculosis de la misma manera que la enfermedad de Hodgkin estaban compuestas por una población celular de linfocitos de aspecto reactivo y las dos enfermedades tenían células gigantes multinucleadas, la tuberculosis con una forma especial de necrosis o muerte celular llamada necrosis caseosa. A la fecha y con todos los adelantos del mundo sabemos que hay diversos tipos de células gigantes multinucleadas, conocemos las células de Langhans y las células de Langerhans en condiciones “benignas” y conocemos las células de Reed Stermberg que también pueden ser multinucleadas propias de la enfermedad de Hodgkin.
Con toda la información que hemos obtenido, claro de manera resumida es justo reconocer la agudeza mental y la inteligencia de Tomas Hodgkin para caracterizar a una enfermedad maligna que puede confundirse entre otras cosas con tuberculosis. Además de que es sumamente importante reconocer una de otras enfermedades ya que el tratamiento de las dos es diferente e incluso si no se elige de manera apropiada puede complicar el estado del paciente en cuestión, por ejemplo la tuberculosis tiene que tratarse con antimicrobianos específicos potentes, por periodos continuos y constantes de tiempo. En Contraste la enfermedad de Hodgkin debe tratarse con medicamentos severamente inmunosupresores que en el caso de la tuberculosis, producirían un crecimiento explosivo de la enfermedad, al disminuir las defensas.
Ahora si entrando en el tema diremos que la enfermedad de Hodgkin (linfoma Hodgkin) es un tipo de linfoma, un cáncer que se origina en los glóbulos blancos, llamados linfocitos, localizados en los ganglios linfáticos. Los linfocitos son parte del sistema inmunológico del organismo. Ahora bien a manera de comentario en sentido más amplio diremos que existen dos clases de linfomas:
1.- La enfermedad de Hodgkin (el Dr. Thomas Hodgkin fue el primero en identificar esta
enfermedad en 1832).
2.-. Linfoma no Hodgkin
Estos dos tipos principales de linfomas son diferentes en cuanto a cómo se comportan, se
propagan y responden al tratamiento. Por lo general, es posible diferenciarlos al
observar las células cancerosas con un microscopio. En algunos casos, es necesario hacer
Análisis de laboratorio sensibles para diferenciarlos basados en reacciones antígeno anticuerpo con patrones de tinción específicos.
Tanto los niños como los adultos pueden padecer enfermedad de Hodgkin aunque las formas más comunes de la enfermedad tienen cierta tendencia a afectar a mujeres jóvenes.
Los diferentes tipos de enfermedad de Hodgkin se clasifican según la apariencia de las células tumorales cuando se analizan en un microscopio. Para esto es necesario saber que así como se hacen clasificaciones clínicas del comportamiento de las enfermedades, cuando se hacen exámenes de tejido correspondientes a pacientes con las diversas enfermedades se toma en cuenta una especie de catalogo que describe todos los componentes que debe haber al microscopio para que utilicemos el nombre apropiado para el tejido enfermo. En este contexto pasa lo mismo con la enfermedad de Hodgkin, es necesario conocer todos sus elementos formes y de esta manera llegamos a una clasificación que incluye a 4 variedades principales con unas 8 subvariedades.
La clasificación es importante debido a que los tipos de enfermedad de Hodgkin pueden crecer y propagarse de una manera diferente y puede ser tratado de forma distinta.
Los tipos principales son la enfermedad de Hodgkin clásica (la cual tiene varios subtipos) y la enfermedad de Hodgkin con predominio linfocitario nodular y difuso, aparte está la enfermedad de Hodgkin de celularidad mixta y el tipo de enfermedad de Hodgkin con esclerosis.
Todos los tipos de enfermedad de Hodgkin son malignos (cancerosos) porque, a medida que crecen, pueden invadir y destruir el tejido normal, e incluso propagarse a otros tejidos. No existe ninguna forma de enfermedad de Hodgkin que sea benigna (no cancerosa).
Como siempre que se trata con una enfermedad maligna cuando a alguien se le diagnostica enfermedad de Hodgkin o cualquier otro tumor maligno, la primera pregunta que llama la atención y que suelen hacer nuestros pacientitos, ¿Cuál es la causa de la enfermedad?.
Se desconoce la causa exacta de la enfermedad de Hodgkin. Sin embargo se sabe que esta enfermedad está vinculada a algunas entidades, tal como infecciones del virus Epstein-Barr. Se cree que la integración del DNA del virus de Epstein-Bar puede integrarse en algunos linfocitos humanos y que posteriormente esto puede causar cambios en el ADN de los linfocitos B, lo que origina la célula Reed-Sternberg y la enfermedad de Hodgkin.
Las células humanas normales crecen y funcionan basándose principalmente en la información contenida en los cromosomas de cada célula. Cada célula tiene 23 pares de cromosomas, los cuales son largas moléculas de ADN. El ADN es la sustancia química que porta nuestros genes, las instrucciones sobre el funcionamiento de nuestras células.
A ciertos genes que aceleran la división de las células o ayudan a las células a vivir por más tiempo se les denomina oncogenes. Otros que desaceleran la división celular o hacen que las células mueran en el momento indicado se denominan genes supresores de tumores. El cáncer puede ser causado por cambios en el ADN que activan los oncogenes o desactivan los genes supresores de tumores.
Algunas Técnicas de estudio citogenético y molecular para el estudio de los linfomas incluyen las siguientes (solo por mencionarlas)
Las técnicas de estudio citogenético y molecular en los síndromes linfoproliferativos son:

  1. Técnicas citogenéticas
    a. Citogenética convencional: estudio del cariotipo y alteraciones cromosómicas. Se precisa tejido o células en fresco. Requiere de metafases, es lento y laborioso.
    b. FISH: hibridación con sondas de DNA. Puede realizarse en metafase o interfase. Es rápido y sensible.
    c. SKY: Marcaje de cada uno de los 24 cromosomas. Mayor sensibilidad que la citogenética convencional.
    d. CGH: hibridización comparativa de DNA normal frente a tumoral. Detecta amplificación o deleción, no translocaciones balanceadas.
  2. Técnicas moleculares
    a. Southern-blot: detección de secuencias específicas de DNA con sondas.
    Técnica lenta y compleja que precisa de grandes cantidades de DNA.
    b. PCR: Amplificación de la secuencia diana mediante DNA polimerasa. Rápida y sencilla, alta sensibilidad, con el peligro de falsos positivos.
    c. RT-PCR: PCR con retrotranscripción del RNA que permite el estudio de secuencias de RNA.
    d. PCR cuantitativa: cuantificación de la cantidad de copias del gen problema
    (DNA, RNA, estudio de EMR).
  3. Técnicas de análisis molecular “masivo”
    a. CGH arrays
    b. cDNA arrays
    c. Tissue microarrays.
Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *