Nunca llegó para un expresidiario, murió en un barranco de Ocotepec; Víctor Hernández estuvo encarcelado injustamente por 17 meses.
Ramiro Gómez / Ocotepec
En el contexto del Día Internacional de los Pueblos Indígenas que se conmemora el 9 de agosto de cada año, la historia de Víctor Hernández Gómez, evidencia las injusticias que enfrentan las comunidades indígenas en México.
Víctor, un zoque del municipio de Ocotepec, fue víctima de un sistema que no solo lo encarceló durante 17 meses por un crimen que no cometió, sino que además ignoró su identidad y lengua indígena.
Tras la presión mediática, la Fiscalía General del Estado, se desistió de la acción penal en agosto de 2015, liberando finalmente a Víctor. Las violaciones a sus derechos fueron tan evidentes que la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió una recomendación en 2017, instando a la Fiscalía a investigar y sancionar a quienes habían manejado su caso. El documento también exigía atención médica y psicológica para Víctor, así como una disculpa pública y la reparación integral del daño que nunca se hizo.
“Esta es la recomendación chafa que hizo la Comisión Estatal y que nunca le dieron nada de lo que allí se indica. Desde 2017 cuando se emitió. Este es el último oficio que envié a la Comisión Estatal de Derechos Humanos en dónde me quejo de su actuar porque no le ofrecieron una disculpa pública como es debido, no amonestaron al juez, dieron amonestación privada a la M.P. No se enfocaron en la importancia de recomendar a las autoridades para capacitación, circulares y lineamientos en temas de intérpretes, homónima”, afirmó su defensora y abogada Francelia Estrada Valdez.
La creación de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas en Chiapas en 2020 fue un paso positivo, y Víctor había logrado inscribirse en el registro para acceder a los beneficios de la recomendación. Sin embargo, su reciente fallecimiento en un barranco de Ocotepec, supuestamente como consecuencia de un accidente carretero, ha cambiado drásticamente el estatus de su reparación. Ahora, su esposa, Francisca, busca que el Estado le reconozca todos los derechos adquiridos por Víctor.
El caso de Víctor Hernández no solo pone de manifiesto la vulnerabilidad de los pueblos indígenas frente a la justicia, sino que también resalta la necesidad urgente de transformar el sistema. Las autoridades deben adoptar una perspectiva étnica, lingüística y cultural en la administración de justicia, garantizando que los derechos humanos de los indígenas sean respetados.
En este Día Internacional de los Pueblos Indígenas, es fundamental reflexionar sobre el caso de Víctor y otros como él, que han sido víctimas de un sistema que ha fallado en proteger sus derechos. La lucha por la justicia y el reconocimiento de la dignidad de los pueblos indígenas continúa, y es responsabilidad de todos trabajar para asegurar que no se repitan las injusticias del pasado. La historia de Víctor es un llamado a la acción, un recordatorio de que la justicia debe ser inclusiva y respetuosa de la diversidad cultural y lingüística que enriquece a la sociedad.