Dr. Guillermo Flores Flores. [email protected], [email protected]

Enfermedades de Transmisión Sexual

No cabe duda que la modernidad ha traído grandes cambios en la vida los seres humanos especialmente en nuestro país. La facilidad con la que funcionan los medios de comunicación integrados fácilmente en una palabra mágica que podemos llamar Internet han modificado de manera espectacular las costumbres, los hábitos, la educación, etc. Estas facilidades de comunicación muchas veces sin control alguno han provocado la liberación y en su caso la destrucción de esquemas de conocimiento y comportamiento social.
Por ejemplo, antes del Internet el sexo era un tabú que si bien tenía ya grandes defectos se encontraba contenido por la necesidad de no divulgar sus causas y efectos. Los estrógenos y la testosterona es decir hormonas sexuales en hombres y mujeres se encontraba tal como sucede actualmente en niveles elevados, pero los medios eran relativamente limitados y posiblemente el impacto psicológico que indudablemente existía mostraban limitantes interesantes que en la actualidad han sido ampliamente rebasados y al parecer han aplastado al tabú que representaban las costumbres sexuales de nuestra sociedad, que ahora se aprenden sin maestro y con mucha facilidad simplemente con el click de un botón de teléfono, Ipad, computadora etc. Eso simplemente hablando de la difusión de la información de situaciones que deberían manejarse como educación. Lo más complicado del asunto es que ahora es más fácil ocupar el tiempo en los vicios del internet en la escuela y si anteriormente se invertía poco tiempo en la academia este cada vez se reduce más de manera espectacular. En fin, entre muchos efectos que acarrean estos cambios de vida social en función a la información que generan los medios pues se obtienen dos efectos uno la educación formal cada vez es más limitada y entre otros la información sexual muchas veces sin control cada vez es más generalizada, en fin solo por mencionar un pequeño efecto que sirve de plataforma para las enfermedades de transmisión sexual, algunas de las cuales son extremadamente graves como las infecciones por HIV. Ahora bien, entrando en materia podemos decir con cierto toque de redundancia que las infecciones de trasmisión sexual causan las enfermedades de trasmisión sexual. Se contagian principalmente por contacto sexual y son causadas por bacterias, virus o parásitos. Una infección de trasmisión sexual puede pasar de una persona a otra a través de la sangre, el semen o los líquidos vaginales y otros líquidos corporales, lamentablemente debido a contactos con cierta o gran falta de cuidado. A veces, las infecciones de trasmisión sexual se contagian por vías distintas del contacto sexual. Por ejemplo, las infecciones de trasmisión sexual pueden contagiarse a los bebés durante el embarazo o el parto. Las infecciones de trasmisión sexual pueden contagiarse por transfusiones de sangre o agujas compartidas. Lo más grave del asunto suele ser que las infecciones de trasmisión sexual no siempre causan síntomas, ni siquiera la más mínima molestia ya que en el momento de la adquisición de la infección esta es superada por el concepto placentero del intercambio que se da entre personas que finalmente se van a infectar. Una persona puede contraer infecciones de trasmisión sexual de otra persona que parece sana y que ni siquiera sabe que tiene una infección. Los síntomas de las infecciones de trasmisión sexual pueden incluir los siguientes:
Llagas o protuberancias en los genitales o en la zona bucal o rectal
Dolor o ardor al orinar
Secreción proveniente del pene
Flujo vaginal inusual o con mal olor
Sangrado vaginal inusual
Dolor durante las relaciones sexuales
Dolor e inflamación de los ganglios linfáticos, particularmente en la ingle, aunque a veces más
extendidos
Dolor en la parte inferior del abdomen
Fiebre
Erupción en el tronco, las manos o los pies
Los síntomas de la infección de trasmisión sexual pueden aparecer unos días después de la exposición. Pero pueden pasar años antes de que tengas problemas perceptibles, en función de lo que cause la infección de trasmisión sexual, o incluso nunca pudiera haber síntomas aunque esto no impide que se actué como un vector de transmisión, como es el caso de la infección masculina por Virus del Papiloma Humano. Por tal motivo es necesario considerar que algunos datos deben ser una llamada de atención para buscar atención médica profesional, tales como:
Las causas de las infecciones de transmisión sexual pueden ser:
Bacterias. La gonorrea, la sífilis y la clamidia son ejemplos de enfermedades de transmisión sexual causadas por bacterias.
Parásitos. La tricomoniasis es una enfermedad de transmisión sexual causada por un parásito.
Virus. Las enfermedades de transmisión sexual causadas por virus incluyen el virus del papiloma humano (VPH), el virus del herpes simple y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el SIDA, entre otros.
Tener relaciones sexuales sin protección. La penetración vaginal o anal de una pareja infectada que no usa preservativo (de látex o poliuretano) aumenta considerablemente el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual. No se recomiendan los preservativos hechos de membranas naturales porque no son tan eficaces para prevenir las infecciones de trasmisión sexual. Si los preservativos no se utilizan correctamente o no se usan en cada relación sexual, el riesgo también puede ser mayor.
El sexo oral puede ser menos riesgoso. Sin embargo, las infecciones de transmisión sexual también pueden contagiarse si una persona no usa preservativo (de látex o poliuretano) o una barrera bucal de los mismos materiales. El campo de látex es una superficie fina, con forma cuadrada, de látex o silicona. Cuanto mayor sea la cantidad de personas con las que tienes relaciones sexuales, mayor será el riesgo aunque esto no es tan cierto ya que una sola persona altamente infectada puede transmitir infecciones incluso causadas por múltiples agentes infecciosos.
Tener relaciones sexuales contra tu voluntad o de manera forzada generalmente involucran un riesgo desconocido por lo tanto es una urgencia de atención médica y requiere atención por un profesional lo antes posible procediendo exámenes de laboratorio de protección tratamiento y apoyo emocional. El abuso de sustancias puede inhibir tu juicio y hacer que estés más dispuesto a participar en conductas de riesgo. Al compartir la aguja con otras personas mientras se inyectan drogas ilícitas, puedes contagiarte de muchas infecciones graves. Algunos ejemplos son el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el virus de la hepatitis B y la hepatitis C.
Muchas personas no tienen síntomas durante las primeras etapas de una enfermedad de trasmisión sexual. Por este motivo, es importante realizar exámenes, en personas de riesgo, de detección para evitar complicaciones.
Las manifestaciones clínicas de las infecciones de trasmisión sexual incluyen:
Dolor pélvico.
Complicaciones en el embarazo.
Inflamación de los ojos.
Artritis.
Enfermedad inflamatoria pélvica.
Infertilidad.
Enfermedades cardíacas.
Ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de cuello del útero y el cáncer del recto asociados con el virus del papiloma humano.
Existen muchas formas de prevenir o reducir el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual.
Mantener una pareja no infectada, es un consejo saludable. Conservar una relación a largo plazo en la que ambos tengan relaciones sexuales entre sí y ninguno esté infectado puede ser una forma de evitar una enfermedad de transmisión sexual.
Esperar y realizar pruebas. Evita mantener relaciones sexuales vaginales y anales o algún tipo de actividad sexual con parejas nuevas hasta que ambos se realicen las pruebas de detección de infecciones de trasmisión sexual. El sexo oral puede ser menos riesgoso. Sin embargo, las infecciones de trasmisión sexual también pueden contagiarse si una persona no usa preservativo (de látex o poliuretano) o un campo de látex. Estas barreras previenen el contacto piel con piel entre las membranas mucosas orales y genitales.
Vacunarse antes de tener relaciones sexuales puede prevenir ciertos tipos de infecciones de trasmisión sexual. Existen vacunas para prevenir enfermedades de transmisión sexual causadas por el virus del papiloma humano (VPH) y el virus de la hepatitis A y de la hepatitis B.
Usar condones y campos de látex de manera consistente y correcta. Usa un preservativo nuevo de látex o poliuretano o una barrera bucal también de látex o poliuretano en cada acto sexual, ya sea oral, vaginal o anal. Nunca uses un lubricante a base de aceite, como vaselina, con un preservativo o una barrera bucal de látex. Asimismo, estos tipos de impedimentos ofrecen menos protección contra las enfermedades de transmisión sexual en las que se forman llagas expuestas en los genitales, como las del VPH o el herpes. Debe tomarse en cuenta que los métodos anticonceptivos que no son de barrera, como las píldoras anticonceptivas o los dispositivos intrauterinos (DIU), no protegen contra las infecciones de transmisión sexual.
Considerar el uso de profilaxis previa a la exposición. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado el uso de dos medicamentos combinados para reducir el riesgo de infección por VIH en personas que corren un riesgo muy alto. Los medicamentos son emtricitabina con tenofovir disoproxil fumarato (Truvada) y emtricitabina con tenofovir alafenamida fumarato (Descovy). Estos medicamentos se deben tomar todos los días, exactamente tal y como se recetaron.
Es necesario utilizar estos medicamentos para la prevención del VIH solamente si no hay evidencia de infección por VIH. Necesitarás realizarte una prueba del VIH antes de comenzar a recibir medicamentos para la profilaxis previa a la exposición y, luego, cada tres meses durante el tiempo que los tomes. También en los casos de gran actividad sexual de manera frecuente es recomendable valorar el funcionamiento renal antes de recetarte Truvada. Luego, repetirá esas pruebas cada seis meses. Si tienes hepatitis B, consulta a un especialista en enfermedades infecciosas o a un hepatólogo antes de comenzar el tratamiento. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el uso diario de Truvada puede reducir el riesgo de contraer el VIH a través de las relaciones sexuales en un 99 %. Además, puede reducir el riesgo de contagio del VIH a través del uso de drogas ilícitas inyectables en un 74 %. Pero de manera importante hay que recordar que un factor importante es la prevención. Descovy también es eficaz para reducir el riesgo de contraer el VIH a través de las relaciones sexuales en los contactos en los que existe certeza de riesgo de infección. Sin embargo, Descovy no se ha estudiado en personas que tienen sexo vaginal receptivo. El uso de prevención adicional, como los preservativos, puede reducir aún más el riesgo y prevenir el contagio de infecciones de transmisión sexual.

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