• Spotify
  • Mapa Covid19

Dr. Guillermo Flores Flores drguiff@yahoo.com.mx, drguiff@gmail.com

Problemas cardiovasculares de la diabetes

Que tal estimados lectores como siempre reciban un saludo afectuoso con nuestros mejores deseos. En esta ocasión vamos a complementar una serie de platicas que ya han estado plasmado en esta sección, ya en diversas ocasiones hemos hablado de la Diabetes Mellitus en particular del tipo II y continuando con este tema ahora trataremos un poco de las complicaciones cardiovasculares y renales de la enfermedad, desde luego de una forma inicial ya que se trata de temas muy amplios pero ya iremos añadiendo mas conceptos posteriormente. Primero debemos recordar que nos enfrentamos a un problema, la diabetes, del que ya se tienen evidencias hace muchísimos años. La diabetes, fue mencionada por primera vez en el papiro de Ebers (1550 A:de C.), se ha incrementado tan vertiginosamente en los últimos tiempos, que ha llegado alcanzar proporciones Inusitadas. La OMS plantea que en 1994 existían 100 millones de Diabéticos y 165 en el 2000, esta cifra se elevará a 239 en el 2010 y a 300 en el 2025, por lo que constituye un verdadero problema de salud mundial.
La diabetes es una Enfermedad metabólica y su relación con el desarrollo de la enfermedad del músculo cardiaco permite afirmar que es una enfermedad cardiovascular.
Estos hechos se han asociado en cambios en el estilo de vida, con más obesidad, menos ejercicios físicos, establecemos un caminito de fragilidad y mínima resistencia a la enfermedad y sus complicaciones, llevando a la morbi-mortalidad con altos costos sociales y económicas para el sistema de salud.
Las complicaciones cardiovasculares en pacientes diabéticos, como la ateroesclerosis coronaria, infarto agudo del miocardio, angina de pecho, enfermedad vascular periférica, aneurisma de aorta, accidente cardiovascular isquémico, accidente cardiovascular hemorrágico, hipertensión arterial prolongada, insuficiencia cardiaca e insuficiencia renal, son acompañantes habituales de las enfermedades graves que vemos en nuestro medio. Por ejemplo la angina de pecho y el infarto agudo del miocardio son una sorpresa lamentable en cualquier persona, cuántos de nosotros no tenemos la noticia de amigos, compañeros, vecinos etc. Que aparentaban un buen estado de salud y de pronto nos dan la mala noticia que experimentaron un infarto con secuelas graves que pueden desembocar en la muerte.
La sola presencia de diabetes aumenta el riesgo de las complicaciones cardiovasculares en la misma magnitud que en pacientes que ya han tenido un infarto del miocardio.
La cardiomiopatía se puede manifestar por la dilatación cardiaca, hipertrofia de las fibras musculares y necrosis focal, también puede acompañarse de la presencia de extra-sístoles supraventiculares, dislipidemia y albuminuria. El problema de estas manifestaciones de la enfermedad se complica porque en ocasiones un problema grave puede tener un principio silencioso o en ocasiones no tan silencioso, pero no se le da la importancia debida, de ahí que progrese hasta niveles catastróficos.
En los últimos años la evidencia científica ha sido contundente y permite afirmar que la diabetes es una enfermedad que lleva a las complicaciones cardiovasculares.
Los factores de riesgo cardiovasculares son la obesidad, la inactividad física, no mantener el control glicémico dentro de los parámetros normales, no controlar la hipertensión arterial, y mantener el colesterol LDL alto.
En el caso de Diabetes con Hipertensión arterial es importante brindar hipoglicemiantes y antihipertensivos con cardioprotectores, los cuales controlan eficazmente la presión sanguínea y reducen el 39% el riesgo de muerte por infarto del corazón y accidente vascular.
Es necesario que desde que nuestros hijos tienen uso de razón comencemos a platicarles de las enfermedades que parecen marcar a la vida adulta de nuestra población como la diabetes mellitus e invitarlos a hacer deporte como una medida inicial y ahora que contamos con autoridades que están a favor del deporte pues ojala se construyan muchos campos deportivos porque no los podemos mandar a jugar futbol a la calle. Aquí es donde necesitamos a nuestras autoridades para poner a la gente a hacer deporte debe haber lugares para hacer deporte si pensamos que enfrentamos a un problema de salud publica pues ahí está el reto necesitamos una ciudad deportiva que complemente o supere a los parques que ya existen para promover en grande la salud y el deporte
Bien regresemos al tema que nos ocupa y podemos decir que: si están presentes, los síntomas pueden incluir:
• Aumento de la producción de orina
• Más sed de la habitual
• Cansancio
• Pérdida de peso
• Visión borrosa
• Facilidad para las infecciones tales como aftas o infección por hongos de los genitales.
Estos síntomas pueden ser muy leves y pasar desapercibidos durante años. Algunas personas sólo sienten un cierto malestar o suponen que simplemente se trata de problemas de la edad.
A veces, algunas personas con diabetes tipo 2 desarrollan una afección denominada descompensación hiperosmolar no cetósica (AHNC). Está causada por un aumento de los valores de azúcar en sangre hasta niveles altísimos. Produce una sed extrema, náuseas, sequedad cutánea, aumento de la producción de orina y desorientación. Finalmente puede causar somnolencia y pérdida de conocimiento. Esta situación requiere tratamiento hospitalario.
En la diabetes tipo 2 hay dos problemas principales relacionados con la insulina: resistencia y alteración de la secreción de insulina. La resistencia es la disminución de la sensibilidad de los tejidos a la insulina.
En condiciones normales, la insulina se fija a los receptores especiales de las superficies celulares e inicia una serie de reacciones implicadas en el metabolismo de la glucosa.
En la diabetes tipo 2, tales reacciones intracelulares disminuyen, lo que provoca que la insulina sea menos efectiva para estimular la captación de glucosa por parte de los tejidos. No se conocen los mecanismos exactos que conducen a la resistencia de la insulina y a secreción deficiente de insulina en la diabetes tipo 2, aunque se cree que los factores genéticos son parte de este proceso.
Para superar la resistencia insulínica y evitar el aumento gradual de la glucemia, debe aumentarse la cantidad de insulina secretada para mantener la glucemia normal o ligeramente elevada. Sin embargo, si las células son incapaces de enfrentar la demanda creciente de insulina, la glucemia se eleva y se desarrolla diabetes tipo 2.
Aunque se altere la secreción de insulina, lo cual caracteriza a la diabetes tipo 2, hay suficiente para evitar la degradación de los lípidos y la producción subsiguiente de cuerpos cetónicos. Por tanto, en la diabetes tipo 2 no se presenta cetoacidosis diabética; sin embargo, la Diabetes tipo 2 sin control ocasiona otro problema agudo llamado estado hiperosmolar no cetósico, que ya mencionamos líneas arriba.
La Diabetes tipo 2 es más común en obesos mayores de 30 años de edad, debido a que se asocia con intolerancia a la glucosa progresiva y lenta (por años), el inicio de la diabetes tipo 2 quizás pase inadvertido por muchos años; si se presentan síntomas, por lo regular son ligeros e incluyen fatiga, irritabilidad, poliuria, polidipsia, heridas en la piel que cicatrizan mal, infecciones vaginales o visión borrosa ( si la glucemia está elevada). En la mayoría de los pacientes (cerca de 75%), la diabetes tipo 2 se descubre de manera accidental.
La diabetes tipo 2 aparece cuando el organismo se hace resistente a la insulina. Esto sucede cuando los tejidos corporales (por ejemplo, el músculo), no responden completamente a la insulina y, por tanto, no pueden usar la glucosa de la sangre para obtener energía. El páncreas responde produciendo más insulina. Además, el hígado, donde se almacena la glucosa, libera más cantidad de ésta para tratar de aumentar la disponibilidad de la misma.
Finalmente, el páncreas se vuelve incapaz de producir suficiente cantidad de insulina y los tejidos se hacen más resistentes a la misma. En consecuencia, los niveles de glucosa en sangre comienzan a aumentar paulatinamente.
El daño circulatorio también puede aumentar el riesgo de aparición de úlceras en miembros inferiores y en los pies, lo que puede producir una gangrena e incluso amputaciones.
En la actualidad se cree que los factores genéticos participan en el desarrollo de resistencia insulínica pero no está definida.
Podemos considerar algunos factores de riesgo como:
• Edad: La tolerancia de la glucosa disminuye y guarda relación con la frecuencia de diabetes que aumenta progresivamente con la edad.
Obesidad: Es otro factor que desencadena la diabetes. En las personas obesas sus células adiposas se hacen más grandes y en ocasiones dichas células parecen perder su capacidad de recibir y retener la insulina y son entonces menos eficaces para absorber glucosa y quemarla o convertirla en grasa para reserva. Los efectos de los medicamentos recetados a los diabéticos con problemas de obesidad, hacen que el flujo de comida del estómago hacia el intestino delgado, sea mucho más lento. La sensación de saciedad dura por mucho más tiempo. Este es el caso del medicamento denominado Mentformina, que se usa principalmente en personas que padecen de diabetes tipo 2, ¿pero se puede usar en pacientes no diabéticos para bajar de peso?
Puede que tengas sobrepeso porque tu cuerpo secreta mucha insulina, especialmente si gran parte de tu grasa corporal se almacena en tu abdomen, secretar poca insulina es una de las posibles razones por lo que hay individuos delgados que comen muchísimo y no engordan.
Cuando comes muchos carbohidratos tus niveles de azúcar en la sangre aumentan. Entre más aumentan tus niveles de glucosa más insulina secreta el páncreas. La insulina te vuelve más gordo al darle una señal al cerebro de que tienes hambre, también la insulina le da una señal al hígado para que produzca grasa y hace que los lipocitos de tu pared abdominal se llenen de grasa. El tratamiento para este tipo de obesidad es evitar los alimentos que te eleven el azúcar y tomar los medicamentos (como la Mentformina) que te disminuyan los niveles de azúcar en la sangre y eviten que se eleve mucho la glucosa sanguínea, lo que a su vez constituye un estímulo para secretar más insulina y vuelta al círculo vicioso que hemos descrito.
Si vas a tomar Mentformina evita los productos de repostería, las pastas, los alimentos hechos de harina, los jugos, las sodas que no son otra cosa más que una combinación de azúcar en gran cantidad con agua, las bebidas con azúcar agregada.
Podemos considerar que la Mentformina hace entrar mayor cantidad de glucosa a las células para disminuirla en la sangre y para evitar una secreción elevada de insulina que provoque aumento del apetito con los efectos ya mencionados y que favorezca la obesidad.
Hasta los próximos estimados lectores, pronto continuaremos con este tema saludos.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *