José Velasco/La Concordia
La campaña política de Miguel Ángel Córdova Ochoa, alias “El enemigo Migue”, rumbo a la presidencia municipal “huele a podrido”, porque está plagada de una enorme estela de corrupción de los que integran su planilla.
El partido familiar (PES) que le regalaron en La Concordia para tratar de ganar la contienda tiene a “porros” como logística y avanzada en sus eventos, delincuentes a sueldo para amedrentar a sus adversarios.
Las autoridades deben poner especial atención en ese municipio para evitar las “narcocampañas” pues La Concordia se considera “foco rojo” para las elecciones del 6 de junio por el actuar de Miguel Ángel Córdova Ochoa.
La amenaza más grande son los hechos violentos que puedan suscitarse el 6 de junio por grupos porriles vinculados a Córdova Ochoa, toda vez que pensar que hay riesgo de “narcocampaña” es una connotación grave y las autoridades competentes deben de empezar actuar.
La intromisión de estos grupos de pandilleros es precisamente tratar de imponer a su candidato como lo han hecho en las contiendas de 2015 y 2018 en las que existen antecedes reales.
