*** Las entidades con mayor suministro de agua de pozo, río, lago, arroyo u otras son: Guerrero (23.55%), Tabasco (15.38%), Chiapas (13.88%), Veracruz (12.97%) y Oaxaca (9.47%)
***El Cañón del Sumidero fue durante seis años, sede de la Copa Mundial de Aguas Abiertas de la FINA
*** Actualmente, 195 plantas no operan en Chiapas, contribuyendo a que el 70% de los ríos en la entidad presenten niveles preocupantes de contaminación
***En Chiapas se tiene el registro de poco más de 300 plantas de tratamiento, de las cuales ninguna de estas funciona bajo las normas
José Salazar, Edén Gómez, Ainer González, Eduardo Solís, Marco Alvarado
Edición: Francisco Mendoza. Diseño: Luis Méndez/ Diario de Chiapas
Tuxtla Gutiérrez.-La entidad chiapaneca es el tercer estado con más cuerpos hídricos con un 13.88% del país, solo detrás de: Guerrero con 23.55% y Tabasco con 15.38%, siendo las entidades con mayor suministro de agua de pozo, río, lago, arroyo u otro.
Sin embargo, esta gran cantidad de ríos se encuentran contaminados, debido a que la mayoría de estos son nutridos por descargas ilegales de las poblaciones cercanas a estos.
Tal es el caso de Chiapa de Corzo, en donde la irresponsabilidad ciudadana y la omisión de las autoridades, han llevado al deterioro y ecocidio del río Grijalva.
Los desagües a cielo abierto y drenajes clandestinos, continúan impactando de manera negativa a la cuenca del río Grijalva; afluente en el que se recuperan miles de litros de agua para consumo humano.
Durante los últimos años, el río Grijalva, el mismo afluente que se encuentra plasmado en el escudo de Chiapas, atraviesa por un problema de contaminación grave, toda vez que aguas negras y de drenaje de viviendas, restaurantes y grandes empresas, desembocan directamente a las orillas del río.
Lo anterior, resalta Antonio Chávez, habitante del municipio de Chiapa de Corzo, que se debe a que el municipio no ha inspeccionado y regulado el sistema pluvial y de drenaje, sobre todo de aquellas viviendas y comercios que se encuentran limítrofes al río.
Al no estar regulados o municipalizados, comenta que principalmente los comercios instalan tubos tipo PVC que dan directamente al río, donde agua espumosa o de mal olor es arrojada intencionalmente al afluente. Todo ello, reitera que no recibe un proceso de limpia o saneamiento.
Esta situación, resalta el habitante chiapacorceño, ha originado que cuerpos de agua como riachuelos, y estanques se contaminen por la falta de educación y conciencia ambiental de la población.
Cañón del Sumidero
Las repercusiones de la inconciencia en el cuidado ambiental se perciben en distintas formas; por ejemplo, en el aspecto turístico. El Cañón del Sumidero fue, durante seis años, sede de la Copa Mundial de Aguas Abiertas de la FINA, un evento que disfrutó de un escenario que causaba impacto entre los nadadores, que asistían año con año a la cita; sin embargo, en el proceso de avalar el evento para el 2011, una muestra de agua tomada en el lugar equivocado, dentro del afluente del Río Grijalva, fue la causa para que, ese evento de gran magnitud, no volviera más.
“Muchos años fuimos sede de un evento de carácter internacional, al que asistían nadadores de muchas partes del mundo, avalado por FINA y como organizadores, había que enviar una muestra de agua para que fuera analizada y se diera el aval, dependiendo de las condiciones del agua, pues los nadadores estaban hasta tres horas nadando en esas aguas. Pero la muestra se tomó en un sitio equivocado, justo en el desemboque del Río Sabinal y no de donde se nadaba el evento. Así fue como FINA decidió no dar el aval para ese evento en el Cañón del Sumidero, cuando se combinó una serie de eventos que evidenciaron que hay zonas que sí, presentan ese problema”, señaló Mario Maldonado Solís, relacionado con la actividad acuática y organizador del evento.
El ahora vicepresidente de la Asociación de Natación del Estado de Chiapas, detalló que la zona en la que se nada el evento en la actualidad, ha mejorado la calidad del agua, pero que el problema persiste en la zona en la que desemboca el Río Sabinal.
“Actualmente realizamos el evento 100% Cañón, que se sigue nadando en una zona que no tiene esos índices y que sí, en años pasados encontrábamos basura, plástico, troncos; sin embargo, en los últimos años el agua de esa parte del Río Grijalva, nos ha permitido tener un evento sin ninguna complicación”.
El dirigente aclaró que, si bien son las autoridades quienes deben tomar decisiones, pensando en mejorar ese escenario y reducir la contaminación, también debe existir disposición de los ciudadanos de los municipios, que tienen afluentes que llevan desechos al Río Grijalva, justo en el trayecto del Cañón del Sumidero.
Vegetación nociva
Uno de los municipios involucrados es la capital chiapaneca, donde la falta de tratamiento de las aguas negras tiene efectos visibles, como ocurrió en el río Sabinal. En marzo de 2024 llamó la atención el crecimiento de lirio en la parte oriente, cuya presencia fue debido a la materia orgánica, como excretas y aguas jabonosas, aclaró en aquel momento el biólogo investigador de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), Miguel Ángel Peralta Meixueiro.
Aunque este río cuenta con plantas de tratamiento, no toda el agua está limpia, debido a que hay zonas con descargas clandestinas.
Es decir, ahí donde el agua no se trata crecen estos lirios, que han resultado ser resistentes a condiciones incluso tóxicas, ya que pueden almacenar metales pesados, sin embargo, su reproducción es tan rápida que quitarlo es muy difícil.
Además, señaló que la planta indica la presencia de excedentes de residuos y elementos como fósforo, nitrógeno y azufre.
Diario de Chiapas solicitó una entrevista al Instituto Estatal del Agua, la cual no fue concedida pretextando una agenda muy apretada por parte de su titular, organismo que, al menos en el papel, juega un papel clave en las plantas de tratamiento, cuya falta de funcionamiento mantiene la contaminación de los cuerpos de agua.
Resulta irónico que de los municipios que integran la Junta Intermunicipal para la Cuenca del Cañón del Sumidero (JICCAS), sólo Tuxtla Gutiérrez tenga plantas de tratamiento, lo que ha condenado al emblemático río a presumir cada año toneladas de basura.
Ocozocoautla, Copainalá, Tecpatán, Ixtapa, Acala, Chiapilla, Chicoasén, Nicolás Ruiz, Berriozábal, San Fernando, Emiliano Zapata, San Lucas, Chiapa de Corzo, Villaflores, Villacorzo, Jiquipilas, Raudales Malpaso, Suchiapa y Totolapa; en ninguno funciona una planta de tratamiento, y sus aguas negras se arrojan a los ríos directamente.
Preocupación ambiental
El sanear estos cuerpos de agua es una tarea complicada, ya que, a pesar de que existen plantas de tratamiento de aguas residuales en el estado, el 65% de las plantas están en abandono debido a los altos costos de mantenimiento, lo que ha agravado la contaminación hídrica.
Andrómeda Rivera Castañeda, directora ejecutiva del Fondo de Conservación El Triunfo (FONCET), señala que la falta de información sobre la gestión del agua influye en la baja disposición de la población para pagar por el servicio, lo que limita los recursos para su adecuado tratamiento y distribución.
Históricamente, se ha apostado por infraestructura gris, como las plantas de tratamiento convencionales, que requieren altos costos de mantenimiento. Sin embargo, muchas han quedado en desuso, evidenciando la necesidad de un cambio hacia soluciones basadas en la naturaleza.
Rivera Castañeda propone el uso de humedales artificiales, una tecnología implementada con éxito en otras regiones, como Guadalajara y San Cristóbal de Las Casas. Estos sistemas son más económicos y eficientes en la filtración del agua contaminada, reducen costos y mejoran la calidad del recurso.
El monitoreo comunitario es clave para generar conciencia sobre la calidad del agua.
Entre las alternativas para reducir el consumo de agua destacan los baños secos, que eliminan el desperdicio en descargas sanitarias. Rivera Castañeda advierte que los inodoros antiguos pueden gastar hasta 20 litros por descarga, mientras que los filtros de aguas grises pueden reutilizar el agua doméstica en lugar de enviarla directamente a los ríos.
Los municipios deben evaluar el estado de cada planta de tratamiento para determinar cuáles pueden rehabilitarse y cuáles deben sustituirse por sistemas más sostenibles. No se debe seguir invirtiendo en infraestructura gris sin considerar alternativas de menor costo y mayor eficiencia.
La gestión del agua debe ser integral: en las zonas altas, es fundamental la reforestación para garantizar la recarga de mantos acuíferos; en las zonas medias, es necesario mejorar las prácticas agrícolas y ganaderas para reducir la erosión; y en las zonas bajas, se debe trabajar en saneamiento y captación de agua de lluvia.
La crisis del agua también es un problema de salud pública. La contaminación de los ríos afecta la calidad de vida y aumenta el riesgo de enfermedades.
Conagua
De acuerdo a los datos de la Comisión Nacional del Agua, que encabeza Felipe Irineo Pérez, director general del organismo de cuenca Frontera Sur con sede en Tuxtla Gutiérrez, actualmente en Chiapas se tiene el registro de poco más de 300 plantas de tratamiento, de las cuales están a cargo de cada uno de los ayuntamientos donde están instaladas, sin embargo, ninguna de estas funciona bajo las normas de la CONAGUA NOM – 001.
“Existen más de 300 plantas en el estado de Chiapas de diversos tipos de tratamientos, desafortunadamente la mayoría de esas plantas no están cumpliendo con la normatividad, ya que la función de Conagua es verificar y llevar a cabo el muestreo de las descargas de las plantas de tratamiento”.
Ante esta situación se tiene un control y monitoreo el cual verifica el funcionamiento de estas, señalando que el requisito son series de parámetros que se estudian en las descargas en los productos que se presentan en el drenaje, ante la falta de cumplimento es cuando se recurre al ayuntamiento, para hacer las intervenciones necesarias.
Considerando que la Conagua es quien tiene que verificar dicha situación, en muchas ocasiones se aplican sanciones económicas o incluso se judicializan las denuncias para que los ayuntamientos cumplan.
Agregó que localidades como San Cristóbal de Las Casas y Palenque, han sido localidades donde se han tenido que judicializar los procesos, ante la negativa de atención, lo que propicia que a través de la FGR los obliguen hacer los mantenimientos, u obras necesarias para dicho fin.
Lamentó que no se le esté dando la importancia necesaria al tema, ya que la operatividad y mantenimiento de las PETAR son importantes y complejas.
“El mantenimiento debe ser muy estricto para cumplir con la normatividad, pero sucede que se construyen las plantas y se realiza con una mezcla de recursos tanto del municipio, el estado y la federación, lamentablemente ya que se ejecuta la obra se entrega al municipio sucede lo siguiente, como no hay un pago eficiente en el tema de agua y saneamiento, el municipio no tiene para pagar la energía eléctrica con CFE, lo que ocasiona que con el cúmulo de deuda se abandone la planta”.
Mencionó que tanto por la presidenta de la república, Claudia Sheinbaum, como del titular nacional de la Conagua, Efraín Morales, tienen la intención de llevar a cabo los denominados planes hídricos nacionales.
Comentó que los sistemas de agua potable se miden por un “gasto”, cantidad de agua que se le proporciona a una población, y se hace un cálculo que permita definir cuanto es lo que se va al drenaje
Finalmente, Felipe Irineo Pérez, dejó en claro que desafortunadamente Chiapas está dentro de los últimos estados con un buen tratamiento de aguas residuales, sin embargo, esto se repite en varias entidades del país, por lo que es urgente tomar cartas en el asunto, ya que de lo contrario el agua para uso humano se acabará.
