En el altar colocaron un centenar de fotografías de personajes fallecidos, desde escritores, políticos hasta reconocidas vendedoras de pan, joyonaqués, así como alebrijes y calaveras de papel y papel picado
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TUXTLA GUTIÉRREZ.- Por tercer año consecutivo, alrededor de 70 personas de tres municipios armaron el altar de muerto más grande de Chiapas.
Durante 20 horas sin descanso, pues empezaron desde este miércoles por la noche, los participantes colocaron en las gradas del monumento del Parque Bicentenario de esta capital diferentes elementos como frutas y verduras (caña de azúcar, mandarinas, tejocotes, guineos, calabazas, entre otros), más de mil veladoras, cerca de una tonelada de flores, principalmente la típica de cempasúchitl.
Además, el altar fue «aderezado» con un centenar de fotografías de personajes fallecidos, de diversos ámbitos, desde escritores, políticos hasta reconocidas vendedoras de pan, joyonaqués, así como alebrijes y calaveras de papel y papel picado.
Según Omar Cruz Delgado, organizador de esta actividad cultural, resaltó que, para esta edición, intervinieron maestros y alumnos de dos municipios nuevos como Tecpatán y Jiquipilas, quienes decoraron cerca de mil metros cuadrados.
«Nos faltó un poquito más de tiempo, pero este año le pusimos cónicas y al Dios Maya de las ofrendas a la muerte», apuntó.
El maestro de danza y artística reconoció que la intención es que cada municipio de la entidad chiapaneca participe en algunas de las ediciones venideras y, de esa manera, muestren su arte y cultura.
Para esta ocasión, dijo, la intención fue reconocer a tres mujeres emblemáticas del estado como las panaderías tuxtlecas ya fallecidas, «las señoras Álvarez, a quienes tuve el privilegio de conocer y quienes elaboraban uno de los panes más deliciosos de Chiapas».
Tras lamentar que, al final de cuentas, cinco patrocinadores «se nos echaron para atrás», mencionó que para este altar se invirtieron 75 mil pesos.
El altar que se elaboró el año pasado en el mismo lugar fue más plano y se le colocaron tapetes de aserrín. «No pusimos más comida porque no se hizo la sanitización como el año pasado, pues como hubo cambio de administración se complicó ese tema».
Previo a la inauguración del altar, se efectuaron algunos bailables para entretener al público presente.
Para la cuarta edición, auguró, tratarán de que el altar sea más grande y que cuente con más elementos.
Por su parte, Carlos Espinosa Solís, uno de los patrocinadores del acto, resaltó que es la primera vez que participan en una actividad lúdica como ésta, «se me hace un gran evento, y cuando me invitó el maestro Omar tuve mis dudas, pero tengo que felicitarlo por este gran esfuerzo».