En penales, los cementeros frenaron al bicampeón, Atlas
Mediotiempo
Ciudad de México.-Cruz Azul mandó un inspirador aviso a sus aficionados al ganar la Supercopa MX, en un partido de mediana calidad que solo detonó unos minutos, aunque al final suficientes para satisfacer a la afición que colmó el Dignity Health Sports Park.
Tras igualar 2-2 en el marcador en el tiempo regular, el partido se fue a los penales, en donde el equipo cementero fue más certero para dejar un 4-3 que será rememorado por la gran falla de Julián Quiñones en el décimo cobro, cuando había sido uno de los mejores jugadores del equipo a lo largo del último año futbolístico.
El encuentro creció poco a poco
Aunque mejoró con el paso de los minutos, la primera media hora que ofrecieron correspondió a la pretemporada, en donde es difícil ver ya a equipos sueltos y que muestren una forma.
Tras verse solo músculo y poca organización, las únicas llave que encontraron ambos equipos para anotar fueron las jugadas a balón parado, siendo los rojinegros los primeros en aprovecharla.
Ya cuando transcurría el minuto 41 Emanuel Aguilera tomó el balón para cobrar un tiro libre para sacar un chanflazo que hizo una gran curva ante la impotencia de Sebastián Jurado.
Sin embargo, los rojinegros todavía no están finos y no pudieron manejar la ventaja como han acostumbrado bajo el mando de Diego Cocca, por lo que perdieron la ventaja en la reposición de la primera parte.
En la acción, Romero cobró por derecha, Camilo Vargas dudó en la salida y Santi Giménez apareció encarrerado para empujar el balón a las redes con un testarazo. El colombiano pudo hacer más para evitar el 1-1.
Solo una gran jugada
Tras el descanso, el futbol de mediana calidad regresó al campo del LA Galaxy, aunque ahora serían los cementeros los que anotarían, apoyados en una gran acción de Juan Escobar.
El lateral paraguayo encontró un rebote dentro del área y ahí sacó la magia para asistir de tres dedos a Ángel Romero, quien completamente solo se tendió para poner el 2-1 con un testarazo picado.
Sin embargo, el equipo tapatío ha aprendido a no rendirse, lo que le sirvió para tomar el control del partido hasta lograr el empate al minuto 90, gracias, en gran parte, a Vargas, quien se lanzó al ataque para sacar un remate que fue escupido por Jurado, y que aprovechó Julián Quiñones para poner el 2-2 que mandó a los penales, curiosamente donde fallaría el cobro definitivo.
