- Exigieron justicia y el esclarecimiento de los hechos por todas las víctimas de feminicidio en el país fuera del Complejo Metropolitano de Seguridad Pública.
Bajo la consigna «Debanhi Escobar no se cayó; la mataron», integrantes de colectivos feministas y mujeres se manifestaron afuera del Complejo Metropolitano de Seguridad Pública, para exigir justicia y el esclarecimiento de los hechos por todas las víctimas de feminicidio en Puebla y en México
Más de 150 mujeres se congregaron en punto de las cinco de la tarde en el C5, para realizar un pase de lista de las mujeres que fueron halladas sin vida, destacando el reciente caso de la joven Debanhi Escobar en Nuevo León, Liliana Lozada de Jesús, Ana Karen Martínez y de la niña María Isabel.
A la lista, se adhieren los casos de Mara Castilla, Paulina Camargo, Lidia González, Leslie Parra entre otras mujeres que fueron encontradas con signos de violación, golpes y que no pudieron escapar de sus agresores.
«Hoy marchamos por Debanhi Escobar de Nuevo León, pero también por todas las mujeres desaparecidas que ya no regresan a casa, ni con sus familias, por salir a la escuela, por salir al trabajo o por salir a divertirse», dijo una de las manifestantes.
Con los puños arriba, pañuelos color morado y verde, exigieron a los más de 80 granaderos y policías estatales que resguardaban el lugar, más seguridad para las niñas, adolescentes y mujeres ya que no importa la edad, el lugar, ni la ropa que lleven puesta, pues a nivel nacional once mujeres son halladas sin vida a diario.
«Mi madre Lidia González Trejo, tenía 57 años, era una maestra jubilada que no necesariamente tuvo que salir a la calle a buscar ser víctima de los feminicidas, entraron a su casa el pasado 17 de marzo en Zacatlán, hoy pedimos se esclarezcan los hechos de todas las mujeres en Puebla», narró con tristeza su hija Lilia Ojeda González.
Con veladoras, cartulinas y música pidieron a las autoridades y a la Fiscalía General del Estado (FGE), agilizar las carpetas de investigación por feminicidios, violencia familiar y violaciones, ya que muchas por falta de pruebas contundentes quedan en el olvido.
«Hace dos meses fui víctima de una violación, hoy me acompaña mi novio a luchar por las que sobrevivimos de las manos de nuestros agresores, de las que diario vivimos un infierno al recordar, pero que quedamos vivas para gritar por las que ya no están», dijo María José N. en entrevista para Multimedios.
Con información de: Milenio
