- Acusan que funcionarios sólo permiten el ingreso de un integrante por familia, pero no incluyen en el papeleo a todos los integrantes por parentesco
José Cancino / Corresponsal Diario de Chiapas
Tapachula, Chiapas.- Migrantes cubanos que esperan afuera de las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), denunciaron que funcionarios de esa dependencia han generado la separación de familias, debido a que cuando acceden a realizar su primer enlace de trámite, sólo permiten en ingreso de una persona por núcleo familiar.
Sin embargo, acusaron que al realizar el registro sólo efectúan el de la persona que está siendo entrevistada y si hay niños los apuntan, pero al mencionar qué hay más integrantes de la familia los excluyen sin dar una justificación de porqué tal decisión.
Karla Asunción, ciudadana de La Habana, expuso que acudió acompañada de su pareja para realizar el trámite, por lo que ingresó su ser querido y al salir este le informó que sólo habían apuntado a una persona, por lo que ha tenido que regresar para buscar el trámite, pero ahora de manera individual.
“A mi esposo lo anotaron en el papel y en el momento que quiso dar mi pasaporte le dijeron que no, que sólo lo anotarían a él y con eso bastaba, pero todos sabemos que es una manera de desintegrarnos para que no podamos continuar con el trámite”, expuso la mujer de 29 años.
Por su parte, Lionel, un cubano que llegó el pasado 4 de enero a Tapachula, explicó que a su hijo de 17 años no quisieron darle el inicio de protocolo, pese a que discutió con los miembros de la Comar, que sólo argumentaron ya había un tutor, pero tampoco apareció en la hoja en la cual se describiera que se trataba de una familia integrada por padre e hijo.
“Ahora yo estoy de alguna manera realizando mis trámites y haciendo las cosas bien, pero resulta que mi hijo puede ser tachado como delincuente o alguien que está infringiendo la ley mexicana, así que estamos asustados y sin saber qué hacer”, apuntó.
Otro de los casos es el de Hilda, proveniente de Venezuela, quien ingresó para realizar el papeleo en la Comar, en el mercado de Laureles, y solo pudo obtener el de ella, pero ahora su esposo, con quien procreó a dos hijos, estaba la deriva porque no lo integraron al análisis de refugio.
Hasta ahora, el caos al interior de la Comar continúa pese a que sociedad y los mismos migrantes han exigido que se brinde atención y servicios óptimos.
