- Las plantas producidas en Amendú, Berriozábal, llevan un cuidado especial para su crecimiento
Lucía Trejo / Corresponsal Diario de Chiapas
Berriozábal, Chiapas.- Javier Hernández Sánchez, un joven hablante de la tsotsil, expresó que en junio de este año comenzó la plantación de cuatro mil esquejes.
Lo hizo en un amplio espacio al fondo de su vivienda.
Este hombre cuida a diario cada planta que durante los últimos 8 años ha significado un reto para alcanzar mayor producción. Con ello obtiene otras especies, como es, el color rojo, rosa y blanco.
Pese a que en Amendú hay carencia de agua, Javier riega a diario cada noche buena, en temporada de calor, dos o tres veces a la semana, en temporada de lluvia. Asimismo, las cubre y supervisa una a una para evitar la plaga.
Al igual que el resto de los habitantes, el productor de plantas y flores, se abastece de agua que brota de una vertiente, conocida como vainilla.
Posteriormente, es concentrada en un tanque del cual, las personas acuden con recipientes para llenarlos y trasladarlos a su hogar.
El próximo 28 de noviembre al 8 de diciembre, Javier deberá llevar las flores, para su venta al tianguis dominical de Berriozábal, al igual que a otros viveros de esa región.
Para ello, tendrá que recorrer aproximadamente 6 kilómetros de terracería para salir de su comunidad porque la carretera está en malas condiciones.
Amendú se encuentra ubicado a escasos 15 minutos de la cabecera municipal y de acuerdo al censo de población y vivienda del INEGI, es una localidad de Berriozábal, con 296 habitantes.
Durante un recorrido en esa localidad, puede observarse la falta de servicios básicos y pavimentación de calles.
