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Ronda el biodiésel fantasma de Sabines en Puerto Chiapas

  • La planta de procesamiento que hace más de una década fue anunciada como un proyecto ecologista y vanguardista, nunca funcionó y hoy es un muladar

José Cancino / Corresponsal Diario de Chiapas

Puerto Chiapas, Chiapas.- Un hombre cansado y con características de ser habitante de alguna población aledaña al mar, vigila que ningún intruso se acerque a la obra que desde hace más de una década está más silenciosa que un cementerio.
Ronda por todo el perímetro de la planta procesadora de biodiésel. Por lapsos de interna en la pequeña caseta de vigilancia, tan reducida que mejor opta por estar a la intemperie.
A sus espaldas descansa una construcción de la cual hasta la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue testigo, durante su anuncio de construcción en el mandato del exgobernador Juan Sabines Guerrero.
En noviembre de 2010, Felipe Calderón Hinojosa realizó su vigésima gira de trabajo por Tapachula, para atestiguar la puesta en marcha de la planta de biocombustible que nunca operó, inversión exclusiva para usarla en la foto oficial.
En ese entonces, se anunció que este recinto tendría capacidad de 100 mil litros de combustible y una inversión de 39 millones de pesos, recurso tirado a la basura que ahora está convertido en un elefante blanco.

Corrupción e inoperancia

Según el diagnóstico de la situación actual del biodiésel en México y escenarios para su aprovechamiento, elaborado por la Red Mexicana de Bioenergía, en 2010 el Instituto de Bioenergéticos de Chiapas instaló una planta de 10,000 m3/a en su zona. Ostenta portuaria.
Utilizaría Jatropha curcas, pero no hubo producción de semillas y cerró operaciones en 2011.
El estudio publicado en 2016 por esta asociación, los recursos de biomasa para producir biodiésel se pueden dividir en 1a, 2a y 3a generación. Los recursos de primera generación son ácidos grasos, contenidos en los lípidos sintetizados por vegetales y animales (principalmente, los aceites vegetales de las semillas y frutos oleaginosos).
Los de segunda generación son materiales lignocelulósicos vegetales, residuales o cultivados, cuyos hidratos de carbono pueden ser transformados a alcanos de C10 a C12 por diversas vías tecnológicas (síntesis Fischer-Tropsch, hidrólisis seguida de reforma o isomerización e hidrotratamiento).
Los de tercera generación son cultivos de microorganismos seleccionados o modificados para producir ciertas moléculas precursoras de biodiésel (lípidos y ácidos grasos). En este estudio el análisis del recurso se limita a biodiésel de 1a y 2a generación4.
Puerto Chiapas contaba con todos los elementos necesarios para el desarrollo de esta planta, pero por enésimas situaciones que nunca fueron explicadas, no funcionó.
La producción de palma de aceite era en la década anterior una de las mayores actividades en la Costa de Chiapas, pero todo se redujo a la inoperancia de esta planta de producción de combustible limpio.

Una década de olvido

En la actualidad, la planta de biodiesel está convertida en un verdadero muladar. El sitio no tiene ningún provecho y los matorrales han crecido más allá de la malla de protección, que fue colocada para la privacidad de quienes habrían de trabajar en ese punto.
Mientras la inversión privada llega a este puerto marítimo, con la edificación de áreas productivas, industriales y demás, en medio de todo el perímetro en desarrollo se encuentra este sitio sin provecho y con raíces que desvelan la corrupción durante el mandato de Sabines Guerrero, quien ahora ocupa un puesto consular en Florida, Estados Unidos.
En distintas ocasiones, la iniciativa privada ha hecho el llamado a los gobierno estatal y federal para que este complejo se reactive de alguna manera y pueda sacarse provecho.
La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Tapachula es la que más ha alzado la voz en ese sentido, al señalar que se trata de un sitio que pudiera ser rehabilitado y echado a andar en otros tenores de productividad y desarrollo.
Ya pasado el primer trimestre de 2022, la corrupción, el engaño y la falsa promesa de generación de energías limpias, engulló a un sistema de transporte (tapachultecobus) que funcionaría con este combustible, pero también devoró la inversión de empresarios que confiaron en el proyecto y dejó a la luz un engaño de talla mundial.

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1 Comentario

  • Fer 28 de marzo de 2022

    Es claro que desdé Juan Sabines para acá muchos políticos deberían estar en la cárcel.desde luego son intocables .ocupan otros puestos y siguen al acecho que más saquear.Es triste ver cómo está el estado Calles en ruinas.corrupcion al cien.hospitales sin abasto y el Sr Rutilio cree que todo su pueblo es ignorante.como sea no hay remedio

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