El Informador / EFE
Las propuestas de moda no solo desfilan ahora por las pasarelas de la capital francesa, también se exponen en los diferentes museos de la ciudad, como si fueran obras de arte. El Louvre es el mejor de los ejemplos, con la muestra que inauguraba el pasado viernes bajo el título ‘Louvre couture’ (Louvre costura).
Se trata de la primera vez en su historia que el museo más visitado del mundo muestra en sus salas colecciones de Alta Costura y prêt-à-porter, con alrededor de un centenar de piezas, entre las que destacan Balenciaga, Chanel, Dior o Saint-Laurent, junto a creadores más contemporáneos.
Un repaso desde la década de 1960 a nuestros días, y abierto al público hasta el 21 de julio. “Es un diálogo entre las obras de las salas de las artes decorativas y la moda”, señaló al presentarla la semana pasada Olivier Gabet, comisario de la exposición.
En el Grand Palais, bajo cuya impresionante vidriera Chanel mostrará mañana su colección de Alta Costura primavera-verano, Dolce & Gabbana despliega hasta marzo la exposición ‘Du coeur à la main’ (Del corazón a la mano): más de doscientas creaciones de Alta Moda -el equivalente a la Alta Costura italiano- y Alta Sartoria (Alta Sastrería), así como más de trescientos accesorios.
Es un homenaje a Italia, a su saber hacer, a sus artistas, a su música y, por supuesto, a las tradiciones. No muy lejos de allí, en la Galerie Dior, aparte de las colecciones de la ‘maison’ (que suelen ir renovándose cada temporada) y hasta el 4 de mayo, se pueden ver las fotografías del recordado Peter Lindbergh (1944-2019)…
