CNTE y Trump no dejan conciliar el sueño a la presidenta

Editorial

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ya les adelantó a los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación que su plantón programado para el mes de mayo será en vano, pues, aunque hagan malabares, el gobierno de la República no tiene dinero para responder a las demandas del magisterio disidente.

Una información y postura al mismo tiempo, que debe valorar a conciencia los maestros debido a que las demandas que exigen se les cumplan tienen que ver necesariamente con más recursos para el sector.

En el ambiente político, para nadie es un secreto que los movimientos sociales ya sea de la CNTE como de otras organizaciones que buscan reflectores, tienen que ver con el dinero. Entre las mismas agrupaciones sindicales existe la creencia de que las manifestaciones o paros siempre tienen que ver para que el gobierno en turno “atienda” a la dirigencia, pues al final ésta es la que se lleva los aplausos y la plusvalía económica, si es que efectivamente es así.

En los tiempos del hegemónico PRI, era bien sabido que desde la Secretaría de Gobernación y desde las secretarías de Gobierno de los estados del país, los movimientos sociales tenían esa intención de “sangrar” al Estado o le armaban un “circo”.

Hoy la CNTE ha anunciado el paro nacional para mediados de mayo bajo la consigna de que el gobierno de la presidenta Sheinbaum tiene que resolverles favorablemente la abrogación total de la Ley del ISSSTE de 2007 y una estructuración estructural del sistema de pensiones y jubilaciones.

En la mañanera del pasado martes, la presidenta reconoció que en su administración hay dificultades para derogar la reforma a la Ley del ISSSTE de 2007, como lo exige la CNTE, pero en cambio, desde la pasada administración de la Cuarta Transformación, dijo, se basificaron a casi un millón de maestros, se aumentó el salario de manera importante y se fueron resolviendo algunas de sus demandas que tenían, y actualmente ya se tiene como decreto que disminuyeran los créditos de Fovissste y no fueran impagables.

El gobierno analiza el congelamiento de la edad de jubilación que representaría disminuir las edades de los trabadores y supuestamente el Fondo de Pensiones para el Bienestar está garantizado, que es para todos aquellos que tienen la cuenta individual se pueden jubilar con el salario que tenían previo a la edad de jubilación, si éste es hasta el salario medio del IMSS.

Si ya dijo que se hace lo que se puede, o lo que es lo mismo, hasta donde le alcance al gobierno, los maestros tienen una difícil situación que deberán evaluar si les conviene enfrentar y en la que ya están sabedores de que no les podrán resolver nada por el momento.

El magisterio tendrá que reflexionar si bajo esta perspectiva les conviene estar sujetos al escrutinio nacional pues su proceder, seguramente será tema que no caerá muy bien entre los ciudadanos, que ya están cansados de que la educación continue en picada por la postura de este grupo radical que concentra la infraestructura del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, aliado de las huestes en el poder.

Estamos hablando que entidades como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Ciudad de México y Veracruz, serán los que lleven la batuta en cuanto a cuadros de desestabilización pues es sabido que no habrá un paro de brazos caídos que no tengan que ver con toma de carreteras, bloqueos, marchas e incluso, con la toma de medios de comunicación donde los mentores querrán, como en otras ocasiones, tomar los micrófonos para dar a conocer su postura política dentro del movimiento.

La sociedad mexicana está en la sintonía que un paro nacional no es necesario, aunque tampoco los maestros caerán en el garlito de que, si no hay dinero, el diálogo que propone la presidenta para atender sus llamadas será estéril en todos sus sentidos.

Por si esto fuera poco, a la presidenta no la deja conciliar el sueño su homólogo de Estados Unidos y que además tenga una piedra más en el zapato por parte de la CNTE, sí que debería tener opciones para darle una salida que satisfaga al movimiento.

El titular de la Secretaría de Educación Pública, Mario Delgado, como que no le ayuda mucho a la presidenta, pues no se le ve ni se le escucha enfrentar el tema magisterial que pone por delante sus demandas de un sistema de pensiones solidario a cargo del Estado, jubilación basada en años de servicio y no en edad (28 años para mujeres y 30 para hombres); recuperación del carácter social del ISSSTE; cancelación definitiva de la reforma educativa de 2013, entre otras.

Lo que es cierto es que la presidenta Claudia Sheinbaum no logra dormir sin sobresaltos por las posturas que asumen Donald Trump y la misma CNTE, y si dijo que no hay dinero, pues tendrá que ver de dónde saca o cómo le hace para enfrentar a los frenéticos maestros que no querrán ser los que lleven la derrota a cuestas por las malas maniobras que se han hecho en otras áreas de la administración pública federal.

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