Acapara Morena el próximo Poder Judicial
El Poder Judicial Federal va viento en popa para quedar en el lugar que desde hace seis años se fijó el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador: un ente sujeto y a disposición del Poder Ejecutivo.
Todas las maniobras hechas al derecho y al revés han sido el claro ejemplo de que no caminamos por el rumbo correcto, pese a que la narrativa oficial ha sido que se han respetado los derechos de los trabajadores y que no se ha pisoteado ni humillado a los jueces, magistrados o ministros vigentes.
Las voces contrarias al sistema político en el poder así lo expresan, pero, aunque se desgañoten denunciando anomalías la situación ya no cambiará, ya no hay vuelta de hoja. Se tendrá un Poder Judicial dirigido por Morena, donde la judicialización será maniobrada desde el poder.
Los especialistas en la materia no han dejado de advertir que el juego malévolo que se preparó desde el Senado, donde los integrantes de este poder es mayoría absoluta, acabará por destruir la democracia, que se encamina a pasos agigantados hacia un gobierno que emule las prácticas que hace Venezuela o Nicaragua.
La sociedad que aún cree en sus gobernantes se resiste a creer que esto sea obra de Morena para perpetuarse en el círculo mayoritario y en este sentido, quisiéramos equivocarnos en esta apreciación subjetiva hasta ahora.
Aunque en este procedimiento, surge muchas interrogantes como el para qué tanto avasallamiento, porqué las formas destructivas intentan perpetuarse como una norma. No hay razón cuando somos un país con futuro.
Lo que muchos llaman un cochinero que se hizo con el Poder Judicial no tiene vuelta de hoja y para junio, cuando se lleve a cabo la elección, las urnas lucirán vacías y los pocos que acudan será para pintar con su lápiz color guinda, el candidato que le haya sido instruido.
El poder por el poder es la máxima que práctica, ejecuta y lucha por concretar dentro de Morena. El fin de semana se concretó uno de los procesos fundamentales para llegar al objetico trazado y este es el que todos los candidatos que sean “elegidos” sean afines a Morena y para ello el propio partido, a través de sus senadores y diputados, han hecho la tarea a la perfección.
En la lista de 39 candidatos que ya palomeó Morena y que tuvo la osadía de elegirlos “por suerte” de la tómbola, muchos son personajes que han sido recomendados, que han estado en el poder, que han trabajado para Morena y que algunos, están dentro del Poder Judicial o en alguna que otra función en el gobierno de la Cuarta Transformación.
Dentro de algunos que forman parte de esta relación se encuentran Celia Maya, Consejera de la magistratura, recomendada por Andrés Manuel López Obrador; lo mismo que María Estela Ríos, ex consejera jurídica y quien tuvo la suerte de ser elegida candidata.
También están Ariadna Camacho, ex funcionaria de la Secretaría de Administración y Finanzas de la Ciudad de México, y Jorge Sánchez, el sobrino de la ex ministra y ahora diputada federal, Olga Sánchez Cordero
Fabiana Estrada, coordinadora de Asesores del ex ministro Saldívar, y quien también funge como el responsable de todo el proceso de elección de los candidatos, además de Selene Cruz, quien fuera procuradora de la Defensa del Trabajo cuando Luisa Alcalde, hoy presidenta de Morena, era la secretaria del Trabajo.
Roberto Gil Zuarth, el panista que participó para la Suprema Corte de justicia de la nación, y a quien lo dejaron fuera, calificó como una burla el proceso y junto con el dirigente nacional del PAN, Jorge Romero, dijo que el fraude ya inició para tener controlado al Poder Judicial, donde los candidatos que tenían carrera judicial quedaron también relegados.
El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, no se anduvo por las ramas en esto de echar a andar su imaginación para sentenciar que la patria se salvó al tener ya la lista de los que participarán en la elección para elegir a los jueces, magistrados y ministros.
Suena hasta chistoso que mientras la presidenta de México y su equipo de colaboradores encabezaba las negociaciones para no ser castigados por el gobierno de Trump por no combatir el paso de los migrantes, del fentanilo y que se nos apliquen aranceles, en el Congreso de la Unión se hace lo necesario para tener bien agarrado al Poder Judicial, el único sobreviviente al que los mexicanos tenían la esperanza de que equilibrara los poderes.